Colonialismo e imperialismo


Fabián Coelho
Fabián Coelho
Licenciado en Letras

Colonialismo e imperialismo son dos sistemas de dominación o influencia política, militar, económica y cultural que, si bien no son iguales, comparten algunas características.

En ambos sistemas, por ejemplo, se ejerce control o dominio sobre naciones o territorios ajenos o remotos al de la propia potencia, y, en ambos también, las potencias obtienen beneficios económicos, políticos y militares de esta situación de sujeción. Pero, ¿cómo actúa cada uno?

¿Qué es el colonialismo?

Archivo de Biblioteca Estatal de Queensland, Australia
Inglaterra ejerció dominio colonial e imperial sobre Sudáfrica durante buena parte de su historia.
Foto: Ciudad del Cabo, Sudáfrica (1905). Archivo de Biblioteca Estatal de Queensland, Australia.

El colonialismo es un sistema de dominación política y militar en el cual una potencia, denominada metrópoli, ejerce un control formal y directo sobre otros territorios, llamados colonias.

En el colonialismo, la dominación de la población local o indígena ocurre siempre por la imposición de la fuerza. Esto, a veces, puede acarrear graves consecuencias, como la masacre de la población que se oponga e, incluso, la destrucción del patrimonio cultural de un pueblo o nación como, por ejemplo, el genocidio.

De esta manera, los territorios coloniales quedan sujetos a un régimen de dependencia política, económica y militar, y no gozan de libertades ni de derecho de autodeterminación.

Mientras tanto, sus recursos económicos son explotados indiscriminadamente por la potencia. La población local se halla sometida militar, política y culturalmente. En ocasiones, incluso le es impuesta otra lengua y otra religión, además de las leyes y las instituciones de la potencia.

Un ejemplo histórico de colonialismo fue el practicado por España o Portugal, en América.

¿Qué es el imperialismo?

El imperialismo es un régimen de control político donde una potencia extiende su influencia sobre otros pueblos o Estado. Bien por medio de la fuerza (militarmente), bien a través de la influencia económica, cultural o política.

Las razones que mueven a las potencias imperiales a controlar otros Estados, naciones o territorios son diversas. Explotación de los recursos económicos, subordinación cultural, ocupación estratégica de plazas militares, poblamiento de territorios deshabitados, etc.

En el imperialismo se producen dinámicas sociales y políticas de desigualdad. Una nación se impone a otra con el objetivo de ejercer directa o indirectamente sobre esta el control político y administrar sus recursos económicos, justificando esto en una supuesta superioridad racial o cultural.

El imperialismo se entiende como el proceso de expansión de una potencia económica con el objeto de obtener materias primas y mano de obra barata, así como mercado para sus exportaciones.

Ejemplos históricos de potencias imperialistas lo constituyen Roma, Grecia, Egipto o la Gran Bretaña.

Diferencias entre colonialismo e imperialismo

Si bien es claro que las similitudes entre ambos sistemas son múltiples, es también importante señalar que colonialismo e imperialismo tienen diferencias. El primero es ejercido de manera formal y directa por la potencia.

El segundo puede valerse, además, de métodos de control y dominación política, económica o militar. No necesariamente han de ser formales y directos, pero, de igual modo, vienen a cuartar o limitar la soberanía, la independencia y la libertad de las naciones subordinadas a su poder.

Así, todo colonialismo es una forma de imperialismo, mientras que no todo imperialismo es colonialismo. El colonialismo es, apenas, una de las facetas que puede asumir el imperialismo.

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Fabián Coelho
Fabián Coelho
Profesional de las letras, licenciado por la Universidad de Los Andes (2011).