A palabras necias oídos sordos
“A palabras necias, oídos sordos” es un refrán popular que expresa que no debemos hacer caso a comentarios imprudentes o impertinentes que entrañan, de forma expresa o disimulada, mala intención.
Es originario de España y hoy en día se encuentra extendido también en América.
El refrán supone también un consejo o una advertencia: ante las palabras necias de otros, nuestra mejor respuesta solo puede ser la indiferencia.
Podemos considerar como necias las palabras que son dichas desde la ignorancia, sin conocimiento sobre un asunto o cuestión. Son necias las palabras que no se miden y que pecan de imprudentes e impertinentes. Son necias las palabras dichas con mala intención.
En síntesis, son necias las palabras que no ayudan ni aportan nada, es decir: los comentarios negativos y las críticas no constructivas.
De allí que la enseñanza del refrán sea que no debemos dejar que nos afecten los comentarios que buscan simplemente perturbarnos. Pues no aportan nada de provecho y no son dignas de ser escuchadas.
Así, cuando aplicamos este refrán, estamos dejando de invertir energía y tiempo en cosas que ni siquiera merecen la pena.
Como tal, este refrán puede presentar diversas variantes, pero en ninguna varía el fondo y el significado del mensaje:
“A preguntas necias, orejas sordas”,
“A palabras tontas, oídos sordos”,
"A palabras locas, orejas sordas”.
Ver también: En boca cerrada no entran moscas y En casa de herrero, cuchillo de palo.
Cómo citar: Significados, Equipo (04/07/2024). "A palabras necias oídos sordos". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/a-palabras-necias-oidos-sordos/ Consultado:
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