Qué es el Espíritu
El espíritu se entiende como la gracia o don que un dios o un ser superior concede al ser humano para diferenciarlo del resto de los animales. Tradicionalmente, se ha definido como el alma racional, el lugar donde habitan el pensamiento, la espiritualidad y la posibilidad de comunión con lo divino.
La palabra proviene del latín spiritus, que significa “respiro” o “soplo vital” y se relaciona con el aire. En griego se traduce como pneûma, asociado también al “aliento”, la “respiración” y el “espíritu”.
En la antigüedad, la diferencia entre espíritu (spiritus, pneûma) y alma (anima, psyché) no era relevante: ambos se concebían como el lugar donde se asentaban los sentimientos y la vida interior. Fue con el cristianismo cuando estas nociones comenzaron a separarse y adquirir un sentido propio.
Hoy en día, los términos espíritu y alma se usan a menudo como sinónimos para designar tanto un ser inmaterial o fantasmal como la energía vital de una persona.
De ahí expresiones como “poner alma” o “poner espíritu” en algo, es decir, hacerlo con entusiasmo y entrega. En este sentido, ambos pueden entenderse como principios generadores: hablamos de un espíritu rebelde, el alma de la fiesta o un espíritu libre.
Lo espiritual en oposición a lo material, es todo aquello que pertenece al ámbito del espíritu, de lo intangible y trascendente.
Por ejemplo, el ascetismo promueve el desapego de lo material para cultivar y perfeccionar el aspecto espiritual de la persona. Del mismo modo, símbolos como la flor de loto representan la pureza espiritual y el camino hacia la elevación interior.
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Espíritu, alma y cuerpo
Según la teología cristiana, el ser humano está compuesto por tres elementos fundamentales:
El cuerpo (soma): lo físico y carnal.
El alma (psyché): la dimensión individual, donde residen la imaginación, los sentimientos y la razón, es decir, mente, emoción y voluntad.
El espíritu (pneûma): la parte universal y divina del ser humano, donde habitan la fe, la esperanza, la reverencia y la apertura a lo trascendente.
En este marco, el espíritu se diferencia del alma en que es visto como una herencia divina y universal, mientras que el alma corresponde a la personalidad individual.
La figura del Espíritu Santo en el cristianismo encarna precisamente la dimensión sagrada del espíritu: es el soplo divino de Dios que guía, inspira y santifica.
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Espíritu en la filosofía griega
Para los filósofos griegos, el pneûma o espíritu era el principio vital que anima el cuerpo. Representaba tanto el aire que da vida al universo como la fuerza que sostiene el pensamiento y la capacidad del ser humano de gobernarse a sí mismo.
De esta manera, el espíritu no era solo una noción religiosa, sino también una categoría filosófica y natural que explicaba la vitalidad y el orden del cosmos.
Espíritus elementales
En la tradición esotérica y literaria, los espíritus elementales son seres asociados a los cuatro elementos de la naturaleza. Se conciben como entidades simples, protectoras de cada elemento, que no pueden encarnarse en un cuerpo humano:
- Aire: sílfides.
- Agua: ondinas.
- Tierra: gnomos.
- Fuego: salamandras.
Estos espíritus han nutrido leyendas, relatos mágicos y corrientes místicas que intentan explicar la armonía de la naturaleza a través de fuerzas invisibles.
Cómo citar: Significados, Equipo (15/09/2025). "Qué es el Espíritu". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/espiritu/ Consultado: