60 ejemplos de símil o comparación

Eva Andrés Vicente
Revisado por Eva Andrés Vicente
Licenciada en Filología Clásica

El símil es una figura literaria o retórica que consiste en la comparación de dos términos que comparten una cualidad.

A diferencia de la metáfora, el símil precisa del uso de conectores, entre los cuales destacan: como, cual, que, similar a, parecido a, semejante a, etc.

Los siguientes ejemplos ilustran una metáfora y un símil, o comparación, respectivamente.

  • Ejemplo de metáfora: los dos azabaches de su rostro miran con intensidad.
  • Ejemplo de símil: sus ojos, negros como el azabache, miran con intensidad.

Veamos a continuación algunos ejemplos de símil o comparación en expresiones populares, poemas y fuentes bíblicas.

Ejemplos de símil en oraciones

  1. Luis es tan esquivo como un gato.
  2. Sus ojos son como dos luceros.
  3. Temblaba como la gelatina.
  4. Luisa es cobarde como un ratón.
  5. Son parecidos, como dos gotas de agua.
  6. José es valiente como un león.
  7. Duerme como un bebé.
  8. Su textura es rugosa como una corteza de árbol.
  9. Es fuerte como el acero.
  10. Estaba oscuro como boca de lobo.
  11. Es tan ligero como una pluma.
  12. Estaba inmóvil como una estatua.
  13. Canta como un canario.
  14. Fue como cordero al matadero.
  15. Tenía los ojos como platos.
  16. Su sonrisa brillaba como la luna en la oscuridad.
  17. Se sentía un estruendo como de fieras al combate.
  18. Es tan fiel como un perro.
  19. Cuando discuten son como bestias.
  20. Actúan como zamuros al acecho.
  21. Resucitó de sus cenizas cual ave Fénix.
  22. Me abrazó cual si fuera la última vez.
  23. Cual gacela asustada, el ladrón salió corriendo.
  24. Cual Poncio Pilato, el gobernador evadió toda responsabilidad.
  25. Está más enredado que un kilo de estopa.
  26. Esa película es más larga que un día sin pan.
  27. Pesa más que un matrimonio obligado.
  28. Es más antigua que el hilo negro.
  29. Come más que lima nueva.
  30. Está más sordo que una tapia.

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Ejemplos de símil en la poesía

31. En este primer ejemplo, Quevedo ataca a Luis de Góngora, comparándolo con un mozo, para decir que tiene poco talento literario y que utiliza expresiones a la ligera.

Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino.
Francisco de Quevedo

32. El autor interpreta el encuentro con la persona amada como el objetivo final de la vida, el lugar donde terminar sus días y remediar sus males.

En fin, a vuestras manos he venido,
do sé que he de morir tan apretado,
que aun aliviar con quejas mi cuidado,
como remedio, me es ya defendido…
Garcilaso de la Vega

33. Pablo Neruda compara a su amada con una moneda, quizá por el brillo propio del metal, quizá por lo efímero del encuentro, que, como el dinero, se desvanece en las manos.

A veces como una moneda se encendía un pedazo de sol entre mis manos.
Pablo Neruda

34. La autora compara con un cristal su quejido, que ha sido silenciado por el ruido del viento.

El viento hace a mi casa su ronda de sollozos y de alarido,
y quiebra, como un cristal, mi grito.
Gabriela Mistral

35. Este símil compara a la persona a la que está dirigido el poema con una luz que ilumina la oscuridad, igual que la luna ilumina la oscuridad del mar.

Pasas por el abismo de mis tristezas
como un rayo de luna sobre los mares…
Amado Nervo

36. Octavio Paz hace referencia a un sentimiento interno que le genera una exaltación tan fuerte como el mar.

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Octavio Paz

37. Este ejemplo utiliza el símil para referirse a la raza humana como algo en decadencia, algo que cada vez tiene menos esencia.

Llegará un día en que la raza humana
Se habrá secado como planta vana…
Alfonsina Storni

38. El autor interpreta el atardecer como algo que genera mucha atracción, puesto que es imposible no contemplarlo cuando se está delante.

Sé que el atardecer arrebata como un fragante héroe.
Adolfo García Ortega

39. Antonio Machado defiende mediante esta comparación la delicadeza, las cosas sencillas y agradables.

Yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Antonio Machado

40. El autor de estos versos hace referencia a la oscuridad de la noche, que es capaz de penetrar en todos los rincones, la noche lo cubre todo. La compara con la espuma del mar.

La noche por ser triste carece de fronteras.
Su sombra en rebelión como la espuma,
rompe los muros débiles
avergonzados de blancura;
noche que no puede ser otra cosa sino noche.
Luis Cernuda

41. En este símil, Nicolás Guillén compara a la mujer cubana con una diosa.

Coronada de palmas,
como una diosa recién llegada,
ella trae la palabra inédita,
el anca fuerte,
la voz, el diente, la mañana y el salto.
Nicolás Guillén

42. En este fragmento la comparación describe el tipo de encuentros que mantienen los protagonistas, los cuales tacha de instantáneos.

Nuestros encuentros se hacen
en el ser instantáneo
que pasta y muere,
-como pastor y bestia-
entre surcos y siglos paralelos.
César Dávila Andrade

43. Rubén Darío compara su corazón, saturado de sentimientos oscuros y tristeza, con una esponja que ya no es capaz de absorber más.

Como la esponja que la sal satura
en el jugo del mar, fue el dulce y tierno
corazón mío, henchido de amargura
por el mundo, la carne y el infierno...
Rubén Darío

44. Lorca relaciona el llanto y el río mediante un símil, para resaltar el fluir de las corrientes y su capacidad de llevarse y ocultar ciertas cosas.

Yo quiero que me enseñen un llanto como un río
que tenga dulces nieblas y profundas orillas,
para llevar el cuerpo de Ignacio y que se pierda
sin escuchar el doble resuello de los toros.
Federico García Lorca

45. Compara la mirada de la persona amada con las palomas, probablemente relacionando el aleteo de las aves con el parpadeo y aleteo de las pestañas.

¡Qué risueño contacto el de tus ojos,
ligeros como palomas asustadas a la orilla
del agua!
Jaime Sabines

46. José Martí compara el pensamiento de la persona amada con un ave, porque es capaz de llegar hasta él y anidar en su interior.

Como un ave que cruza el aire claro
Siento hacia mí venir tu pensamiento
Y acá en mi corazón hacer su nido.
José Martí

47. Unamuno compara el alma con una concha, en el sentido de que el alma va acumulando durante la vida restos de penas y sufrimientos.

Como en concha sutil perla perdida,
lágrima de las olas gemebundas,
entre el cielo y la mar sobrecogida
el alma cuaja luces moribundas
y recoge en el lecho de su vida
el poso de sus penas más profundas.
Miguel de Unamuno

48. La autora interpreta los reflejos y brillos de las estrellas como un regalo nupcial, probablemente porque durante la noche de bodas el cielo estaba estrellado.

¡Oh la noche regada de estrellas
que envió desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo!
Julia de Burgos

49. Bécquer compara el final de la vida con una ola sin fuerza, que llega a duras penas a su destino.

Allí donde el murmullo de la vida
temblando a morir va,
como la ola que a la playa viene
silenciosa a expirar;
allí donde el sepulcro que se cierra
abre una eternidad,
todo cuanto los dos hemos callado,
allí lo hemos de hablar.
Gustavo Adolfo Bécquer

50. Compara la belleza y otras gracias con las flores, puesto que con el paso del tiempo se marchitan.

Hoy te envío estas flores que mi mano
acaba de cortar recién abiertas,
que de no recogerlas hoy temprano
las habría encontrado el alba yertas.
Ellas recuerdan el destino humano,
porque tus gracias y bellezas ciertas
se agostarán en día no lejano
y estarán, pronto, como flores, muertas.
Pierre de Ronsard

Ver también: Figuras literarias o retóricas.

Símil en fuentes bíblicas

51. Este ejemplo utiliza el símil para hacer referencia a que la descendencia será muy cuantiosa.

Yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar.
Génesis 22, 17

52. Compara a la amada con un lirio, cuya belleza resalta cuando se encuentra entre cardos.

Como un lirio entre los cardos
es mi amada entre las jóvenes.
Cantar de los cantares 2, 2

53. En este ejemplo se relaciona la fertilidad de la mujer con la de la vid y el número de hijos con los tallos que nacen de un olivo.

¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos!...
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar;
tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa.
Salmos 128, 1.3

54. Se compara a la multitud de personas con un rebaño, que al ir sin pastor van sin rumbo por la vida.

Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas sin pastor.
Evangelio según San Mateo 9, 36

55. Se ensalza el poder de la fe, que aunque sea pequeña como un grano de mostaza, su poder es incalculable.

En verdad les digo: si tuvieran fe como un granito de mostaza, le dirían a este cerro: “Quítate de ahí y ponte más allá”, y el cerro obedecería.
Evangelio según San Mateo 17, 20

56. Compara el cielo con un tesoro porque solo aquellos que tienen el mapa podrán acceder a él, así solo los que sigan la fe alcanzarán el reino de los cielos.

El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido.
Evangelio según San Mateo 14, 44

57. Este símil compara a las personas astutas con serpientes, por sus habilidades engañosas, y a las personas mansas con palomas, porque son aves fáciles de adiestrar.

Sean astutos como serpientes y mansos como palomas.
Evangelio según San Mateo 10, 16

58. Compara al hombre que elige el camino del bien con un árbol porque tarde o temprano obtendrá sus frutos.

¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados...! Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo…
Salmos 1, 1.3

59. Este ejemplo compara la necesidad Dios con una necesidad vital como saciar la sed.

Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios.
Salmos 42, 2

60. Indica que cuando se habla sin amor no llega el mensaje, es como escuchar sonidos, no palabras.

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
1ª carta a los corintios 13, 1

Ver también:

Cómo citar: (07/09/2022). "60 ejemplos de símil o comparación". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ejemplos-de-simil/ Consultado:

Eva Andrés Vicente
Revisado por Eva Andrés Vicente
Licenciada en Filología Clásica por la Universidad Complutense de Madrid (2007). Profesora de clases particulares de latín, griego y lengua española entre 2006 y 2009. Creadora de contenidos online desde mayo de 2021.
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