Ciclos biogeoquímicos
Los ciclos biogeoquímicos son la conexión y movimientos que existen entre los elementos vivos y no vivos con el fin de que la energía fluya a través de los ecosistemas.
Un ciclo biogeoquímico describe la trayectoria que un elemento realiza a lo largo del tiempo. Gracias a estos ciclos, la materia inorgánica circula por el medio ambiente y los seres vivos. Esto permite reciclar elementos, evitando que se agoten y manteniendo su disponibilidad para la vida en la Tierra.
Los ciclos biogeoquímicos más importantes son el ciclo hidrológico o del agua, nitrógeno, carbono, oxígeno, azufre y fósforo. Hay otros que también son útiles para los seres vivos, como el ciclo del calcio, hierro o magnesio.
Cabe destacar que los ciclos biogeoquímicos se realizan gracias a la energía que fluye abiertamente en los ecosistemas. La energía necesaria para ello proviene del sol, reacciones químicas o la acción de los seres vivos. No obstante, la actividad del ser humano puede intervenir en estos ciclos, acelerando o retrasando el uso de los recursos naturales.
La palabra biogeoquímico está compuesta por términos que derivan del griego: bio que significa "vida", y geo, que indica "tierra". Por lo tanto, un ciclo biogeoquímico hace referencia a movimientos cíclicos que suceden tanto en el medio biológico (bio), como en las diferentes partes de la Tierra (geo).
Importancia de los ciclos biogeoquímicos
Todos los ciclos biogeoquímicos son importantes para el desarrollo y continuación de la vida en el planeta. Los seres vivos utilizan elementos como el oxígeno, hidrógeno, carbono y fósforo para obtener la energía necesaria.
El fluir de estos ciclos biogeoquímicos afecta a la disponibilidad de nutrientes en el suelo y la formación de minerales. Según los elementos que se depositen en el medio ambiente, se producen unas reacciones químicas y bioquímicas u otras.
Asimismo, es gracias a ellos que se producen fenómenos como la lluvia, gracias al ciclo del agua, o la capa de ozono, debido al ciclo del oxígeno. Estos ciclos cooperan de cara a establecer la atmósfera tal y como la conocemos.
La existencia de los ciclos también permite que, cuando un organismo vivo muere, se aprovechen sus elementos a partir de la descomposición. De esta forma, la composición de la materia orgánica e inorgánica se mantiene dinámica, transportando elementos de un punto a otro.
Tipos de ciclos biogeoquímicos
Los ciclos biogeoquímicos se pueden clasificar en dos categorías. Por un lado, están los ciclos gaseosos, como el ciclo del agua, nitrógeno, oxígeno y carbono. Por el otro lado, están los ciclos sedimentarios, los cuales pasan por tierra y tardan más en completarse. Algunos ejemplos son el ciclo de fósforo, calcio y hierro, y parte del ciclo de carbono.
A continuación, describimos algunos ciclos biogeoquímicos importantes.
Ciclo hidrológico o del agua
El ciclo hidrológico o ciclo del agua al conjunto de procesos por el cual circula y se transforma el agua en la Tierra. Es uno de los ciclos biogeoquímicos más importantes.
El agua cambia de estado según el proceso en el que se encuentre. Por ejemplo, el agua pasa de vapor a líquido, en forma de lluvia, o de líquido a sólido, en forma de hielo. Es uno de los pocos elementos que tiene esa capacidad, y es vital para que se desarrolle y mantenga la vida en el planeta.
Vea también Ciclo del agua.
Ciclo del oxígeno
El ciclo del oxígeno representa el proceso y las reacciones por las que pasa este elemento al circular por las capas de la tierra. Es un ciclo gaseoso y complejo, pues es un elemento utilizado y liberado por los seres vivos a través de diferentes procesos químicos.
El oxígeno molecular (O2) y gas carbono (CO2) son utilizados en la respiración de animales y plantas. Por su parte, los animales y seres humanos usamos y reciclamos continuamente el oxígeno para poder respirar y, por tanto, vivir.
Vea también Ciclo del oxígeno.
Ciclo del nitrógeno
El ciclo del nitrógeno es un proceso biológico y abiótico mediante el cual se puede suministrar este elemento químico a los seres vivos. Este ciclo es vital para que los seres vivos absorban el nitrógeno del agua, aire o tierra, pues se suele asimilar en su forma molecular.
Es un ciclo biogeoquímico gaseoso que se realiza en corto tiempo.
Vea también Ciclo del nitrógeno.
Ciclo del carbono
El carbono es un elemento que se encuentra presente en la atmósfera, los océanos y en la tierra. Su ciclo es esencial para que este elemento pueda circular a través de los ecosistemas, a fin de ser aprovechado por los seres vivos o para formar minerales.
Este ciclo, tanto gaseoso como sedimentario, es uno de los más importantes para que se preserve el equilibrio de la biósfera, pues incluye procesos físicos, químicos y biológicos.
Vea también Ciclo del carbono.
Ciclo del azufre
Este ciclo biogeoquímico sedimentario es considerado como uno de los más complejos. La razón es que, el azufre, al reaccionar químicamente, pasa por diferentes estados de oxidación dependiendo de los elementos con los que se combina.
En este ciclo, el azufre se incorpora en los vegetales para poder llegar a los consumidores primarios. Por otra parte, puede llegar a la atmósfera como dióxido de azufre y al agua una vez que se ha formado el ácido sulfúrico, que produce la lluvia ácida.
Vea también Ciclo del azufre.
Ciclo del fósforo
Es un ciclo muy importante por la escasa cantidad de fósforo que existe, en comparación con otros elementos. Corresponde a un ciclo sedimentario y, por tanto, más lento, porque este elemento circula principalmente en el suelo y las aguas.
El fósforo es un elemento fundamental para el crecimiento de los ecosistemas, en especial en el acuático.
Vea también Ciclo del fósforo.
Cómo citar: (22/11/2023). "Ciclos biogeoquímicos". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ciclos-biogeoquimicos/ Consultado: