Herejía
Se llama herejía a toda doctrina, creencia o idea que contradice los principios considerados fundamentales por una religión o sistema de pensamiento.
En griego haíresis (αἵρεσις) significa “elección” o “opción”, y originalmente aludía a la libertad de escoger una escuela filosófica. Con el tiempo, pasó a referirse a toda postura que se desvía de la enseñanza oficial de una fe.
En el ámbito religioso, especialmente en el cristianismo, la herejía implica una ruptura deliberada con los dogmas establecidos, que son las verdades consideradas inmutables e incuestionables por la comunidad de creyentes. Por eso, quien sostiene o difunde estas ideas opuestas es llamado hereje.
Las herejías surgen cuando un individuo o grupo interpreta de forma diferente una verdad religiosa considerada esencial. Estas disidencias pueden basarse en la razón, la experiencia personal o nuevas ideas filosóficas, y aunque muchas veces aportan perspectivas innovadoras, suelen ser rechazadas porque amenazan la unidad doctrinal de la comunidad.
Desde los primeros siglos del cristianismo, la Iglesia enfrentó diversas corrientes que proponían interpretaciones distintas de la fe. Para combatirlas y preservar la ortodoxia, se convocaron concilios ecuménicos, especialmente a partir del siglo IV, en los que se definían las doctrinas oficiales y se condenaban las herejías.
A partir del siglo XVI, esta vigilancia doctrinal fue asumida por la Sagrada Congregación de la Inquisición, conocida como Santo Oficio desde 1908 y, más tarde, como Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1965.
Herejía en la Biblia
La Biblia también advierte sobre el peligro de las herejías, refiriéndose a ellas como enseñanzas falsas que apartan a los creyentes del verdadero camino. Por ejemplo:
- “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” (Pedro 2:1)
- “Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones (“haireseis”), para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.” (Corintios 11:19).
Herejías cristológicas
Un tipo importante de herejía en la historia del cristianismo son las herejías cristológicas, que cuestionan la naturaleza o misión de Jesucristo. Estas doctrinas se opusieron a las enseñanzas de la Iglesia sobre su divinidad, humanidad o relación con Dios Padre. Entre las más conocidas se encuentran:
- Docetismo: afirmaba que Cristo no tuvo un cuerpo humano real, sino solo una apariencia.
- Adopcionismo: sostenía que Jesús era un hombre común adoptado por Dios.
- Arrianismo: negaba la divinidad plena de Cristo.
- Monofisismo: afirmaba que Cristo tenía una única naturaleza divina.
- Nestorianismo: separaba excesivamente la naturaleza humana y divina de Jesús.
Herejía en la Edad Media
Durante la Inquisición, el Catolicismo comenzó a sentir que sus bases y principios estaban siendo afectados y amenazados por personas que criticaban sus enseñanzas e ideales y cuestionaban las Santas Escrituras.
Entonces comenzó una persecución sobre aquellos considerados sospechosos de practicar herejía. Dicho movimiento fue liderado por el Papa Gregorio IX en el siglo XIII, estableciendo el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.
Se creó un tribunal religioso estrechamente vinculado al Poder del Estado. Por lo cual, también se combatía contra la ilegitimidad en virtud de la alianza que existía entre el Estado y la Iglesia Católica.
Los sospechosos eran castigados severamente, algunos fueron torturados para que confesaran sus “actos impuros”. Luego eran ahorcados o quemados vivos para “expulsar los demonios” que habían poseído sus cuerpos para realizar dichos actos de herejía.
La Bula Gratia Divina en 1656 define la herejía como:
“la creencia, la enseñanza, o la defensa de opiniones, dogmas, propuestas o ideas contrarias a las enseñanzas de la Santa Biblia, los Santos Evangelios, la tradición y el magisterio”.
Quien comete actos de herejía también podía cometer injuria y/o blasfemia. Podía ofender verbalmente o con sus acciones todo aquello que es venerado o idolatrado por una religión. Dicho dogma, teoría o fe se podía ver afectada por dichas acciones del hereje porque sus palabras o acciones podían ofender a la divinidad, lo cual era un delito público contra Dios.
El fin de dicha persecución comienza su duro proceso luego de la Revolución Francesa, luego de ser abolida la blasfemia cuando logran desarrollar la libertad de religión y culto, así como la libertad de prensa.
Cómo citar: Significados, Equipo (07/10/2025). "Herejía". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/herejia/ Consultado:








