Sistema Respiratorio

Stephen Rhoton
Stephen Rhoton
Graduado en Ingeniería de Sistemas Biológicos

El sistema respiratorio es el conjunto de órganos y tejidos que intervienen en la respiración. Se le conoce también como vía respiratoria o aparato respiratorio, y es clave en la obtención de oxígeno como fuente de energía.

El sistema respiratorio es bastante complejo. Hay muchas partes del cuerpo que cooperan en el proceso de inhalación y exhalación, siendo los pulmones el órgano más importante. Es ahí donde sucede el intercambio de gases, permitiendo la entrada de oxígeno al cuerpo y la salida del dióxido de carbono.

El sistema nervioso también participa en la respiración, pues sin él no podríamos respirar de forma automática e inconsciente. Gracias a las señales que recibe y envía, nuestro cuerpo sabe cuándo necesita de oxígeno, y así mantiene un ritmo de respiración constante.

Partes y órganos del sistema respiratorio

Las dos partes del sistema respiratorio, así como los órganos y tejidos implicados.

El sistema respiratorio se divide en dos partes: la vía respiratoria alta o superior, y la vía respiratoria baja o inferior. Ambas partes están compuestas por diferentes órganos y tejidos que cumplen con funciones concretas.

1. Vía respiratoria alta o superior

La vía respiratoria alta comienza por la nariz y la fosa nasal. El aire que respiramos pasa primero por los orificios de nuestra nariz, para luego atravesar la fosa nasal y las vías nasales. Aquí se hallan los cilios, unos pelos diminutos que filtran el aire e impiden el paso del polvo y otras partículas. Al mismo tiempo, el aire se humidifica y calienta.

El aire luego pasa por las siguientes áreas de la vía respiratoria alta:

  • La faringe: es un tubo, también llamado garganta, que interviene tanto en el sistema respiratorio como el digestivo. Su función es la de dejar pasar el aire para que llegue a la laringe, y está revestido de mucosa para seguir filtrando el aire.
  • La epiglotis: es una estructura situada en la entrada de la laringe que la separa de la faringe. Su función es la de evitar el paso de los alimentos cuando tragamos, de manera que solo deja pasar a la laringe el aire que respiramos.
  • La laringe: es un órgano músculo-cartilaginoso, revestido de mucosa, y donde se encuentran las cuerdas vocales. Su papel en la respiración es dirigir el aire hacia la tráquea, pero también es vital en la emisión de sonidos para la comunicación oral.

2. Vía respiratoria baja o inferior

La vía respiratoria baja es una parte bastante compleja, con diversos órganos y tejidos que cooperan durante la respiración. Las partes que intervienen aquí son:

  • La tráquea: es un conducto por donde pasa el aire. Es la vía respiratoria más grande del sistema respiratorio, y se ramifica luego en dos conductos más pequeños, llamados bronquios. Además de tejido muscular, la tráquea contiene anillos rígidos de cartílagos que le da consistencia y mantiene la vía abierta. Está revestida de mucosa y cilios, lo que ayuda a seguir filtrando el aire.
  • Los bronquios: son conductos que surgen a partir de la tráquea. Hay dos, uno para cada pulmón. Está formado por anillos cartilaginosos, y se divide luego en tubos más pequeños, denominados bronquiolos.
  • Los bronquiolos: son unos conductos respiratorios de diámetro milimétrico que surgen a partir de los bronquios. Están adheridos a los pulmones, sostenidos por el tejido pulmonar que los rodea, y poseen una capa muscular lisa que puede relajarse y contraerse, aumentando o disminuyendo de tamaño conforme respiramos.
  • Los alvéolos: son unas bolsas muy pequeñas, llenas de aire, situadas al final de los bronquiolos. En su interior hay una red de vasos sanguíneos o capilares bastante densa, lo que sirve como punto de entrada del oxígeno y de salida para el dióxido de carbono. Como nota curiosa, ¡cada pulmón contiene millones de alvéolos!
  • Los pulmones: los seres humanos tenemos dos pulmones ubicados en la caja torácica, de tamaño distinto y hechos de tejido elástico. El izquierdo es más pequeño, pues comparte espacio con el corazón, y está dividido en lóbulo superior e inferior. En cambio, el derecho es más grande y está dividido en lóbulo superior, medio e inferior. Los pulmones tienen la función de almacenar el aire que respiramos hasta que finaliza el intercambio de gases.
  • La pleura: es una membrana que rodea los pulmones y reviste el interior de la pared torácica. Permite que los pulmones se contraigan y dilaten suavemente durante la respiración.
  • El diafragma: es un músculo situado entre el pecho y el abdomen que interviene en el movimiento de los pulmones para su expansión y contracción. Al inhalar, el diafragma se mueve hacia abajo, dejando espacio para que se expandan los pulmones y se agrande la caja torácica. Al exhalar, el diafragma sube conforme los pulmones y la caja torácica se contraen.

Los alveolos del sistema respiratorio y sus características.

Los alvéolos son bolsas pequeñas que se llenan de aire y donde sucede el intercambio de gases.

Además, también intervienen unos músculos que se encuentran en la pared torácica, llamados músculos intercostales. Estos ayudan a expandir la caja torácica cuando inhalamos, y a contraerla en la etapa de espiración.

Vea también Respiración en seres vivos y Respiración celular.

Cómo funciona el sistema respiratorio y para qué sirve

El sistema respiratorio funciona gracias al sistema nervioso. Parece poco intuitivo, pero es el encéfalo, concretamente el bulbo raquídeo, el que controla el ritmo de la respiración. Esta parte del tronco encefálico coopera con quimiorreceptores ubicados por todo el cuerpo, detectando nuestros niveles de oxígeno y dióxido de carbono.

Cuando los quimiorreceptores perciben una falta de oxígeno en las células, se envía una señal al bulbo raquídeo. De forma inconsciente y automática, inhalamos aire por la nariz, que luego es filtrado por los cilios y la mucosa presente en la fosa nasal y faringe.

Siempre que no estemos tragando comida, la epiglotis se mantiene abierta, dejando pasar el aire hacia la laringe. A continuación, el aire sigue filtrándose y pasa por la tráquea hasta llegar a los pulmones, gracias a los bronquios, bronquiolos y alvéolos.

Los vasos sanguíneos o capilares de los alvéolos dejan pasar el oxígeno presente en los pulmones. Después, la sangre transporta el oxígeno a células del cuerpo que necesiten energía en ese momento.

En las células, el oxígeno (O2) reacciona con la glucosa (C6H12O6), formando dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O):

normal C subíndice 6 normal H subíndice 12 normal O subíndice 6 espacio más espacio 6 espacio normal O subíndice 2 espacio flecha derecha espacio 6 espacio CO subíndice 2 espacio más espacio 6 espacio normal H subíndice 2 normal O

Como el dióxido de carbono, en grandes cantidades, es tóxico para el cuerpo humano, hemos de expulsarlo. La sangre toma el dióxido de carbono y lo transporta hasta los alvéolos. Los pulmones, ahora llenos de dióxido de carbono, propulsan este compuesto por los bronquios, y de ahí por la tráquea, la laringe, y finalmente por la nariz y boca.

Por lo tanto, el sistema respiratorio posee una función doble. Por un lado, nos permite asimilar el oxígeno que necesitan las células del cuerpo humano, brindando la energía necesaria para llevar a cabo las actividades. Por el otro lado, se lleva a cabo un intercambio de gases en los pulmones, expulsando el dióxido de carbono que genera nuestro cuerpo.

Vea también Sistema circulatorio y Sistema nervioso.

Características del sistema respiratorio

  • El sistema respiratorio es clave para la obtención de oxígeno, una de las fuentes de energía más importantes para el cuerpo humano.
  • La vía respiratoria baja o inferior se parece a un árbol invertido, con ramas más pequeñas conforme se alejan de la tráquea. Por ello, a esta parte se le suele llamar árbol bronquial.
  • La vía respiratoria contiene una capa de mucosa que tiene la función de lubricar todo el aparato y también de atrapar partículas potencialmente dañinas para los pulmones. Sin esta capa o los cilios, seríamos propensos a intoxicarnos y enfermarnos mucho más.
  • A pesar de los grandes cambios anatómicos entre diferentes especies, la función principal del sistema respiratorio del ser humano es la misma que la de otros seres vivos con respiración aerobia: asimilar oxígeno y expulsar el dióxido de carbono.
  • La capacidad pulmonar puede incrementarse a través de ejercicios, lo que permite tener una reserva de oxígeno mayor.
  • Es posible respirar por la boca, aunque no forma parte del sistema respiratorio estrictamente hablando. En ocasiones, nuestro conducto nasal puede quedar obstruido por alguna infección o inflamación, por lo que es clave que tengamos una vía alternativa para inhalar y exhalar.

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Cómo citar: Rhoton, Stephen (17/04/2024). "Sistema Respiratorio". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/sistema-respiratorio/ Consultado:

Stephen Rhoton
Stephen Rhoton
Stephen se graduó en 2017 en Ingeniería de Sistemas Biológicos, y finalizó en 2020 los estudios del máster en Tecnologías Facilitadoras para la Industria Alimentaria y de Bioprocesos. Cursó ambos en EEAABB (Escuela de Ingeniería Agroalimentaria y de Biosistemas de Barcelona).
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