Corrientes filosóficas
Las corrientes filosóficas son conjuntos de ideas, enfoques y posturas que comparten determinados filósofos según sus principios, métodos y concepciones sobre la realidad, el conocimiento o la moral.
Surgen como formas de estudiar, explicar y debatir cuestiones abstractas relacionadas con la existencia humana, la razón, la verdad o el mundo que nos rodea. Cada corriente establece su propia manera de analizar estos problemas y plantea respuestas en función de su contexto intelectual.
Por ello, muchas corrientes filosóficas están vinculadas a una época o a un acontecimiento histórico concreto, o bien nacen como reacción frente a otra forma de pensar que se considera insuficiente o errónea.
1. Realismo
El realismo es una corriente filosófica que sostiene que la realidad existe independientemente de la mente humana. Según esta postura, los objetos poseen una existencia objetiva, más allá de cómo los percibimos, y el conocimiento consiste en captar esa realidad tal como es.
Sus raíces se encuentran en la filosofía de Aristóteles, quien afirmó que las cosas poseen una esencia real que podemos conocer, y en la tradición escolástica medieval, especialmente en Santo Tomás de Aquino, que desarrolló un realismo moderado.
El realismo se opone al idealismo, pues mientras este último considera que las ideas o la conciencia estructuran la realidad, el realismo defiende la primacía del mundo externo.
Vea también Realismo.
2. Idealismo
El idealismo es una corriente filosófica que afirma que la realidad depende, en algún grado, de la mente, de las ideas o de estructuras racionales que permiten conocer el mundo. No es una doctrina única, sino un conjunto de posiciones que comparten la idea de que la experiencia sensible no basta para explicar la realidad.
El idealismo antiguo tiene su fundamento en Platón, quien distinguía entre el mundo sensible y el mundo inteligible, compuesto por ideas eternas. En la Edad Moderna, el idealismo se desarrolló a través de figuras como Kant, Fichte, Schelling y Hegel, quienes sostuvieron que la razón, el espíritu o las estructuras cognitivas son indispensables para comprender el mundo.
Existen variantes como el idealismo objetivo, subjetivo o trascendental, pero todas comparten la idea de que la realidad no puede separarse del pensamiento. Se contrapone al realismo.
Vea también Idealismo.
3. Positivismo
El positivismo es una corriente filosófica fundada por Auguste Comte en el siglo XIX, que propone que el único conocimiento válido es el que proviene de la observación empírica y del método científico. Según Comte, la humanidad atraviesa tres estados (teológico, metafísico y positivo) hasta llegar a una etapa madura en la que la ciencia es la forma legítima de conocer la realidad.
Para los positivistas, la filosofía debe limitarse a estudiar los hechos verificables y las relaciones entre ellos, evitando especulaciones metafísicas. Este enfoque influyó profundamente en las ciencias sociales, la sociología naciente y la organización de la investigación científica moderna.
Comte fue su principal exponente, aunque posteriormente surgieron corrientes derivadas como el positivismo lógico y el neopositivismo.
Vea también Positivismo y Ramas de la Filosofía
4. Criticismo
El criticismo es la corriente filosófica formulada por Immanuel Kant, cuyo propósito es examinar los límites y las condiciones del conocimiento humano. Según esta postura, la mente no es un mero receptor pasivo de datos, sino que aporta estructuras y categorías que hacen posible conocer el mundo.
El criticismo sostiene que existe un conocimiento a priori, anterior a la experiencia, que condiciona cómo interpretamos lo que percibimos. Por tanto, más que explicar si podemos conocer, Kant investiga cómo es posible el conocimiento y hasta dónde puede llegar.
Esta corriente constituye una síntesis entre racionalismo y empirismo, pues reconoce la importancia tanto de la experiencia como de las estructuras racionales.
Vea también Criticismo.
5. Racionalismo
El racionalismo es la corriente que afirma que la razón es la fuente principal del conocimiento, por encima de la experiencia sensible. Se basa en la idea de que existen principios y verdades innatas o necesarias que solo pueden ser descubiertas mediante el pensamiento lógico.
Su máximo representante es René Descartes, quien defendió que el conocimiento seguro procede de ideas claras y distintas, no de los sentidos, que pueden engañar. Otros racionalistas importantes fueron Leibniz y Spinoza, que desarrollaron sistemas filosóficos completos basados en principios racionales.
El racionalismo se opone al empirismo, que prioriza la experiencia como origen del conocimiento.
Vea también Racionalismo.
6. Marxismo
El marxismo es una corriente filosófica, social, económica y política basada en las ideas de Karl Marx y Friedrich Engels. Su objetivo es comprender y transformar las estructuras de la sociedad, analizando especialmente la relación entre capital, trabajo y poder.
Según el marxismo, la historia avanza a través de la lucha de clases y de cambios en las condiciones materiales de producción. Esta corriente critica las desigualdades del sistema capitalista y propone un modelo social en el que los medios de producción sean colectivos.
A partir del marxismo se han desarrollado diversas interpretaciones y corrientes, y ha sido la base teórica de movimientos políticos como el socialismo y el comunismo.
Vea también Marxismo.
7. Pragmatismo
El pragmatismo es una corriente filosófica originada en Estados Unidos a finales del siglo XIX, cuyos principales representantes son Charles S. Peirce, William James y John Dewey. Sostiene que el valor de las ideas depende de sus consecuencias prácticas y de su utilidad para resolver problemas reales.
Según el pragmatismo, una creencia es verdadera cuando “funciona”, es decir, cuando resulta útil para la acción y orienta eficazmente la experiencia. No se centra en verdades absolutas, sino en procesos dinámicos donde el conocimiento se ajusta a las necesidades humanas.
Esta corriente tuvo gran influencia en la pedagogía, la psicología y el pensamiento científico contemporáneo.
Vea también Pragmatismo.
8. Existencialismo
El existencialismo es una corriente filosófica que analiza la condición humana, la libertad, la responsabilidad y el sentido de la existencia. Afirma que los seres humanos existen primero y solo después construyen su esencia mediante sus actos.
En el siglo XX tuvo una gran relevancia a través de pensadores como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Martin Heidegger y, por extensión, Albert Camus. Para estos autores, la vida no posee un significado predeterminado: cada individuo debe crearlo mediante elecciones conscientes.
El existencialismo aborda temas como la angustia, la autonomía, la autenticidad y la construcción personal del sentido.
Vea también Existencialismo.
9. Escepticismo
El escepticismo es una corriente filosófica que plantea la imposibilidad de alcanzar un conocimiento absolutamente seguro. En lugar de afirmar o negar verdades, propone suspender el juicio para evitar el error y alcanzar una forma de tranquilidad interior.
Sus orígenes se encuentran en Pirrón de Elis (siglo III a. C.), fundador del pirronismo, quien sostenía que, dado que los sentidos y la razón pueden engañar, la actitud más prudente es no asentir de manera definitiva. Posteriormente, surgió el escepticismo académico, desarrollado en la tradición platónica.
El escepticismo no niega el conocimiento práctico, pero sí cuestiona la validez de certezas absolutas y dogmáticas.
Vea también Escepticismo.
10. Dogmatismo
El dogmatismo es una postura filosófica que sostiene que el conocimiento es posible tal como lo percibimos, sin necesidad de cuestionar la relación entre el sujeto y el objeto. Representa una actitud que acepta ciertas verdades como evidentes y confiables, sin someterlas a examen crítico.
No se trata de una escuela con fundadores específicos, sino de una posición frente al conocimiento que aparece ya en los primeros filósofos griegos, quienes consideraban que la realidad podía conocerse directamente. El dogmatismo se contrapone al escepticismo, que duda de esa posibilidad.
En filosofía moderna, el término suele emplearse para señalar posiciones rígidas o acríticas respecto al conocimiento.
Vea también: Filosofía griega.
11. Empirismo
El empirismo es la corriente que afirma que la experiencia sensible es la base de todo conocimiento. Según esta postura, la mente no posee ideas innatas, sino que se forma a partir de lo que percibe a través de los sentidos.
Se desarrolló entre los siglos XVII y XVIII, especialmente en Inglaterra, con autores como John Locke, George Berkeley y David Hume, quienes argumentaron que el conocimiento procede de la observación y la experiencia. Para los empiristas, las ideas complejas se construyen a partir de impresiones sensoriales.
El empirismo se opone al racionalismo, que otorga primacía a las ideas y principios innatos.
Vea también
Cómo citar: Morales, Adriana (04/12/2025). "Corrientes filosóficas". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/corrientes-filosoficas/ Consultado:








