Flexibilidad

Equipo de Enciclopedia Significados
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La flexibilidad física es la capacidad física de una persona de doblarse y estirarse sin sufrir daños ni lesiones. Gracias a ella, podemos realizar una gran amplitud de movimientos y llevar a cabo esfuerzos físicos con soltura.

La flexibilidad viene dada por la elasticidad de los músculos y la movilidad de las articulaciones. Una persona flexible es capaz de mover sus extremidades y doblar su cuerpo con facilidad, estirando los músculos sin sentir dolor. En cambio, alguien menos flexible se sentirá más rígido y limitado a la hora de mover diferentes partes del cuerpo.

Un grupo de personas realizando una clase de yoga, mejorando la flexibilidad física y reduciendo el estrés.

Imaginemos un grupo de personas participando en una clase de yoga. En el momento de ejecutar una postura, algunas personas lo tendrán más fácil que otras, ya que poseen mayor flexibilidad. La postura de la imagen, por ejemplo, puede parecernos muy sencilla. No obstante, podemos ver que algunos pueden doblarse más que otros.

Aunque el grado de flexibilidad cambia de una persona a otra, todos podemos mejorarla. Si entrenamos y realizamos ejercicios dedicados a estirar los músculos y potenciar la movilidad de articulaciones, ganaremos flexibilidad.

Tener flexibilidad nos aporta beneficios. Por un lado, sirve para prevenir lesiones y mejorar la circulación sanguínea. Por el otro, nos otorga movilidad, mejora nuestra postura y reduce el estrés. En resumidas cuentas, la flexibilidad nos ayuda a tener un buen rendimiento deportivo y ser capaces de llevar a cabo actividades físicas.

Tipos de flexibilidad en Educación Física

Flexibilidad estática

Un hombre realizando estiramientos músculos en una pista para mejorar su flexibilidad y calentar

La flexibilidad estática se da con la realización de una postura que estira uno o varios músculos, manteniendo la pose durante varios segundos. El objetivo es aumentar la elasticidad de los músculos.

Un ejercicio común en el que aplicamos la flexibilidad estática es cuando estiramos antes de hacer deporte u otra actividad física. Los estiramientos se centran en calentar músculos específicos, estirando especialmente aquellos que se usarán más en la actividad. Gracias a los estiramientos, los músculos podrán alargarse y contraerse con menor riesgo de lesión.

Otro tipo de ejercicio común es el yoga. Cuando hacemos una postura, estiramos uno o varios músculos durante un tiempo. Conforme avanza la sesión, los músculos se destensan, lo que ayuda a reducir el estrés y aumentar la circulación sanguínea.

Flexibilidad dinámica

Un joven jugando a tenis, aplicando flexibilidad dinámica en la actividad

La flexibilidad dinámica toma lugar con la realización de movimientos que estiran y contraen músculos a lo largo del tiempo. Por ejemplo, podemos girar y doblar nuestras extremidades como parte del calentamiento y estiramiento, antes de una actividad física.

También aplicamos este tipo de flexibilidad en bastantes deportes, disciplinas de baile, la natación o el gimnasio. Todos ellos requieren de esfuerzos físicos que implican la dilatación y contracción constante de la musculatura. En otras palabras, cada vez que nos movemos y aplicamos fuerza en movimiento, ponemos en práctica la flexibilidad dinámica.

La flexibilidad dinámica ayuda a destensar los músculos y mejorar la movilidad de las articulaciones. No obstante, es menos eficiente que la estática de cara a ganar elasticidad en los músculos.

Flexibilidad activa

La flexibilidad activa se refiere a aquella en la que estiramos un músculo o movemos una articulación lo más que podemos, por voluntad propia. Por ejemplo, cuando nos doblamos para tocar los pies con nuestras manos, sin doblar las rodillas ni recibir ayuda externa, aplicamos flexibilidad activa.

En general, la flexibilidad activa suele ser menor que la pasiva. Por ello, si queremos aumentar nuestra flexibilidad, puede ser útil servirnos de la flexibilidad pasiva.

Flexibilidad pasiva

La flexibilidad pasiva sucede cuando alguien aplica una fuerza sobre nosotros con la finalidad de estirar más un músculo o mover más una articulación.

Retomemos el ejemplo de la flexibilidad activa. Si una persona aplica fuerza sobre nuestra espalda, será más fácil tocar los dedos del pie con las manos e incluso tocar el suelo con las palmas.

En la flexibilidad pasiva, alcanzamos la máxima amplitud de movimiento o estiramiento con la ayuda de otra persona. Es lo que nos ayuda a ganar una mayor flexibilidad, pues somete al límite nuestros músculos y articulaciones. Aun así, conviene tener cuidado; si la otra persona aplica demasiada fuerza, podemos sufrir lesiones e incluso rupturas.

Componentes y factores que influyen en la flexibilidad

Los dos componentes que determinan la flexibilidad son:

  • La elasticidad muscular, que es la capacidad de un músculo de estirarse sin sufrir daños, y luego contraerse para regresar a su forma relajada.
  • La movilidad articular, que es la capacidad que tienen las partes del cuerpo en moverse, girarse, doblarse y realizar un recorrido lo más extenso posible, gracias a las articulaciones, ligamentos y tendones.

Además de estos dos componentes, hay otros factores que afectan nuestra flexibilidad. Una de ellas es la genética. Generalmente, las mujeres suelen tener más flexibilidad que los hombres. Más allá del género, algunas personas tienen naturalmente mayor flexibilidad respecto a otras, gracias a los genes que poseen.

Otro factor es la edad. Desde que nacemos hasta la adolescencia, poseemos bastante flexibilidad. No obstante, con el paso del tiempo, perdemos flexibilidad. Por esa razón, trabajar la flexibilidad es crucial para suavizar esta pérdida y estar menos rígidos cuando somos adultos.

Un tercer factor es nuestra rutina diaria. Si no solemos hacer muchos estiramientos ni ejercicios, es muy probable que la flexibilidad se resienta. En cambio, si somos activos en deporte, yoga o hacemos estiramientos con frecuencia, podremos mantener la flexibilidad o incluso mejorarla.

El cansancio muscular, la fatiga, nuestro estado físico y la falta de sueño también influyen en la flexibilidad. Si no descansamos ni cuidamos bien nuestro cuerpo, notaremos que la flexibilidad se resiente.

La temperatura también tiene efectos en la flexibilidad. Si tratamos de hacer un esfuerzo físico con los músculos en frío, tendremos menos flexibilidad y seremos propensos a lesiones. Es por ello que es importante calentar y realizar estiramientos. De esta forma, los músculos entran en calor y estarán menos rígidos, y por ende, serán más flexibles.

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Cómo citar: Significados, Equipo (27/02/2024). "Flexibilidad". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/flexibilidad/ Consultado:

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