Realismo
El realismo es la tendencia a presentar las cosas tal como son, sin añadir adornos ni idealizaciones. Como movimiento surgido en el siglo XIX, el realismo se manifestó sobre todo en el arte y la literatura, donde los creadores buscaban representar la realidad de forma fiel y directa.
Este interés no se limitaba a reproducir escenarios o personajes verosímiles, sino que incluía mostrar la vida cotidiana, los conflictos sociales y las condiciones reales de la época.
Con el tiempo, la noción de realismo también se extendió a otros campos, como la filosofía y el derecho, donde designa enfoques que parten de la observación y el análisis de la realidad concreta.
En sus orígenes, el realismo supuso una ruptura con la corriente anterior, el Romanticismo. Frente al sentimentalismo, la idealización del pasado y la exaltación individual propias de los románticos, los realistas optaron por un acercamiento más sobrio y crítico.
De este modo, la atención pasó de los sentimientos del individuo a la representación de la colectividad y de sus problemas, incluidas las desigualdades y las injusticias sociales que marcaban el siglo XIX.
El término se forma a partir del adjetivo real y el sufijo -ismo, que indica ‘movimiento’, ‘escuela’ o ‘tendencia’, lo que refleja muy bien su carácter de corriente estética e intelectual.
Características del realismo
El realismo, en sus diversas expresiones artísticas, literarias, filosóficas, y jurídicas, tiene un mismo fin: representar la realidad desde una postura objetiva.
Aunque está presente en varios ámbitos, cada uno con sus particularidades, encontramos una serie de características generales:
- Reproducción de la realidad lo más exacta posible, con los problemas y sufrimientos de las personas y de la sociedad.
- Se centra en el ser humano: las descripciones de los personajes son específicas y reales en cuanto a rasgos físicos y psicológicos, sin idealizaciones.
- Presencia de descripciones detalladas que buscan alcanzar una representación verosímil de la realidad.
- Estilo preciso y en donde no cabe la subjetividad.
- Exposición de hechos ocurridos en la realidad.
- Carácter histórico. Se exponen diferentes acontecimientos y problemas individuales, sociales y políticos de un momento específico.
Realismo en el arte
En el arte, el realismo es una corriente que se caracteriza por representar la realidad y la vida cotidiana de las personas de manera objetiva. Retrata a personas comunes, trabajadores y campesinos, como una manera de denuncia de la injusticia y miseria social.
Como corriente artística, es contraria al Romanticismo y a sus mundos de ensueño y glorificación del pasado.
Entre sus representantes más destacados se encuentran:
- Gustave Courbet (1818-1877)
- Jean-François Millet (1814-1875)
- Iliá Repin (1844-1930)
- Mariano Fortuny (1838-1874)
- Honoré Daumier (1808-1879)
- William Ayerst Ingram (1855-1913)
- Louis-Eugène Boudin (1824-1898)
Realismo literario
El realismo supuso una ruptura frente al Romanticismo. Se caracteriza por presentar un abordaje minucioso donde se describen personajes comunes en su esfera cotidiana, con sus conflictos y tensiones. Rechaza la exaltación del "yo" y el sentimentalismo exacerbado.
La búsqueda de la objetividad hace que el estilo literario realista tenga un lenguaje natural, sin recursos expresivos que desvíen la atención hacia el lenguaje. Por ese motivo, son escasas las metáforas o figuras estilísticas.
A medida que transcurría el siglo XIX, el realismo fue evolucionando hacia el Naturalismo, donde la representación de la realidad se agudiza y se retrata de manera más cruda.
No hay que confundir el realismo con el realismo mágico. Esta última tendencia surgió en Hispanoamérica a mediados del siglo XX y consiste en la introducción de elementos irreales o maravillosos en la vida cotidiana.
Entre sus principales representantes se encuentran:
- Honoré de Balzac (1799-1850)
- Benito Pérez Galdós (1843-1920)
- Juan Valera (1824-1905)
- Fiódor Dostoievski (1821-1881)
- José Maria Eça de Queirós (1845-1900)
- Charles Dickens (1812-1870)
- León Tolstoi (1828-1910)
Realismo en filosofía
El realismo filosófico es una doctrina que sostiene que los objetos del mundo existen con independencia de que alguien los perciba o piense en ellos. Es decir, aunque nuestra mente los represente mediante conceptos o abstracciones, su existencia no depende de nuestra conciencia, sino que es objetiva y exterior al sujeto.
Desde esta perspectiva, cuando percibimos algo a través de los sentidos, no estamos creando su existencia ni otorgándole realidad, sino simplemente accediendo a algo que ya está ahí, con propiedades propias y estables. Por eso el realismo afirma que el mundo físico mantiene su existencia incluso en ausencia de un observador.
Este planteamiento se opone al idealismo, especialmente al formulado por el filósofo irlandés George Berkeley (1685-1753). Para Berkeley, los objetos no poseen una realidad independiente: existen únicamente en la medida en que son percibidos. Así, aquello que llamamos “mesa” o “silla” no sería una realidad autónoma, sino el resultado de una percepción mantenida por una mente.
Frente a ello, el realismo filosófico defiende que la realidad no se agota en nuestras percepciones y que el mundo exterior conserva su ser propio más allá de nuestras experiencias individuales.
Esta postura ha sido fundamental en la historia de la filosofía. Sostiene las bases de enfoques que privilegian la observación, el análisis del mundo físico y la existencia de una realidad estable sobre la que podemos construir conocimiento.
Algunos representantes son:
- Aristóteles, considerado uno de los primeros realistas. Para él, la realidad es accesible mediante la experiencia y la razón.
- Tomás de Aquino, filósofo y teólogo medieval que combinó el realismo aristotélico con la teología cristiana.
- G. E. Moore, filósofo británico que defendió que el mundo externo existe independientemente de nuestras creencias o percepciones.
- Alfred North Whitehead y Charles Sanders Peirce, filósofos más modernos que también contribuyeron al realismo en distintas formas, relacionando la realidad con procesos y hechos objetivos, más allá de la percepción individual.
Realismo jurídico
El realismo jurídico es una corriente doctrinaria que se centra en el estudio del derecho aplicado y de su eficacia normativa. Por eso, los conceptos de vigencia y eficacia son fundamentales: una ley que no se aplica es una ley inútil.
En este sentido, considera que el derecho son las reglas acatadas por la sociedad e impuestas por la autoridad, no lo que es idealmente obligatorio.
Vea también:
BIBLIOGRAFÍA
PEDRAZA JIMÉNEZ, FELIPE B., RODRÍGUEZ CÁCERES, MILAGROS. (1997). Las épocas de la literatura españolas. Ariel.
ALMELA BOIX, MARGARITA. (2009). Textos literarios modernos (siglos XVIII y XIX), Antología. Editorial Universitaria Ramón Areces
Cómo citar: Muriel, Tomás (26/11/2025). "Realismo". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/realismo/ Consultado:








