Fábula
La fábula es un tipo de relato breve de ficción, a menudo protagonizada por animales u objetos personificados, que tiene una intención didáctica y moralizante. Por eso, suele estar acompañado de una moraleja, es decir, una enseñanza explícita sobre la interpretación del relato.
Este género literario sirve para divulgar y enseñar valores, así como para sancionar aquellas conductas que resultan antisociales.
La fábula es un género muy antiguo. En Grecia encontramos los registros escritos más antiguos, recopilados en la célebre obra Fábulas de Esopo.
La palabra fábula procede del latín fabŭla, que tiene el mismo origen que "habla". De allí que el término se relacione con el acto de contar historias, normalmente inventadas, es decir, de ficción.
Características de la fábula
Dentro de los rasgos más característicos de las fábulas, podemos mencionar los siguientes:
- Son populares;
- Son breves;
- Pueden comunicarse en verso o en prosa;
- El relato sigue un orden lineal, sin saltos temporales;
- Son educativas o moralizantes;
- Son atemporales;
- Los personajes representan arquetipos;
- Predominan los personajes de animales u objetos humanizados (personificados), aunque también hay fábulas con personajes humanos y divinos.
Ver también 13 fábulas cortas y Características de la fábula
Estructura y elementos de la fábula
En términos generales, se conocen las siguientes partes de la fábula o estructura del relato:
- Situación inicial;
- Conflicto;
- Desenlace o solución;
- Moraleja (esta puede ir al inicio o al final del relato).
La fábula posee los siguientes elementos:
- Narrador en tercera persona, que muchas veces asume una función sancionadora.
- Personajes, generalmente animales, seres humanos, dioses u objetos animados.
- Acontecimientos que desarrollan la acción de forma sencilla y directa.
Tipos de fábula
Existen diversos tipos de fábula. Vamos a conocer los más difundidos:
Según el tipo de relato
Fábulas de situación: son aquellas fábulas en que un personaje se enfrenta solo a un dilema, mientras otro que lo observa sanciona la escena sin participar en ella.
Fábulas agonales: presentan un conflicto entre dos personajes, seguido de una evaluación (el agón), donde cada personaje expresa su posición, y una moraleja. . Por ejemplo, El hombre y la culebra, de Esopo.
Fábulas etiológicas: son aquellas fábulas de muy breve duración, que explican el origen de una característica o costumbre y se encabezan o rematan con una moraleja. Por ejemplo, Los cuadrúpedos y las aves, de Esopo.
Según el tipo de personajes
Fábulas mitológicas: protagonizadas por dioses. Suelen relacionarse a los mitos. Por ejemplo, Fábula de Píramo y Tisbe, de Luis de Góngora.
Fábulas humanas: protagonizadas por personajes humanos. Por ejemplo, El pastor mentiroso, de Esopo.
Fábulas animales: protagonizadas por animales humanizados. Por ejemplo, El cuervo y la zorra, de Esopo.
Fábulas del reino vegetal: son aquellas protagonizadas por plantas. Por ejemplo, El abeto y el espino, de Esopo.
Fábulas de objetos inanimados o seres inertes: aquellas donde los objetos se animan. Por ejemplo, El clavo y la pared, de Esopo.
Ejemplos de fábula
Son muchos los ejemplos que podemos mencionar de las fábulas. Algunos de ellos siguen formando parte de la cultural popular y son ampliamente conocidos. Entre las fábulas más difundidas de Esopo, podemos mencionar El león y el ratón, La zorra y las uvas y La liebre y la tortuga.
Veamos el relato de La liebre y la tortuga, por ejemplo:
Un día soleado, en medio de un bosque, una liebre de patas largas alardeaba de su velocidad frente a los demás animales.
—Nadie corre más que yo —decía con orgullo—. Si me lo propongo, llego al final del campo antes de que un caracol dé un solo paso.
Los otros animales se reían con nerviosismo, menos una pequeña tortuga de caparazón rayado, que masticaba hojas sin prisa ni apuro.
—Yo no corro como tú —dijo la tortuga, alzando la vista—, pero si quieres, podríamos hacer una carrera.
Todos los animales del bosque se reunieron para ver el desafío. Al dar la señal, la liebre salió disparada, mientras la tortuga avanzaba lentamente, sin detenerse.
Al ver que llevaba mucha ventaja, la liebre decidió echarse una siesta bajo un árbol.
—Tengo tiempo de sobra —pensó—. Esa tortuga ni siquiera ha cruzado el primer arbusto.
Pero mientras dormía, la tortuga siguió avanzando, paso a paso, firme y constante.
Cuando la liebre despertó, la tortuga estaba a punto de llegar. Corrió lo más rápido que pudo… pero ya era tarde. La tortuga había ganado.
—¿Cómo lo lograste? —preguntó sorprendida la liebre.
—Nunca me detuve —dijo la tortuga con una sonrisa.
Moraleja: la constancia y la paciencia valen más que la rapidez sin compromiso.
Las fábulas fueron muy importantes en la literatura medieval y renacentista, así como en el Siglo de Oro español. Por ejemplo, Fábula de Polifemo y Galatea, escrita por Luis de Góngora. En el Siglo de Oro se denominaba fábula también al relato poético distinto de la fábula moralizante.
También puede ver:
Cómo citar: Significados, Equipo (23/05/2025). "Fábula". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/fabula/ Consultado:
