Qué es un Fósil
Los fósiles son restos o huellas de organismos que vivieron en épocas remotas y que se han conservado a lo largo del tiempo mediante procesos de petrificación o preservación. Por lo general, se encuentran conservados en las rocas sedimentarias.
Para que se forme un fósil, el organismo debe pasar por un proceso físico-químico llamado fosilización. Este proceso ocurre después de que el organismo es enterrado y permite su conservación en la corteza terrestre durante millones de años.
Algunos de los procesos de fosilización más comunes son la carbonización, la permineralización, la formación de moldes e impresiones y la conservación en ámbar.
La importancia de los hallazgos de fósiles y su estudio es que permiten reconstruir la historia natural del mundo, recolectando datos y pistas de los organismos que existieron en épocas remotas como, por ejemplo, el hallazgo de fósiles de dinosaurios.
La ciencia que se dedica al estudio de los fósiles es la paleontología, de la cual se desprenden otras disciplinas como:
- la paleobiología: que se encarga del estudio de los organismos del pasado;
- la biocronología: que analiza y determina el periodo en que estos organismos vivieron;
- la tafonomía: que se ocupa de los procesos de fosilización.
Los fósiles son herramientas fundamentales para el estudio de la geología histórica y la biología evolutiva. La palabra fósil proviene del latín fossĭlis, que a su vez deriva del verbo fodere, que significa ‘excavar’.
Tipos de fósiles
Los fósiles se clasifican según su antigüedad, el proceso de fosilización y el tipo de organismo. Ejemplos comunes incluyen restos de plantas, moluscos, insectos y vertebrados.
Según su función en el estudio geológico, podemos encontrar:
- Fósil viviente: organismo actual que se asemeja a especies de épocas remotas, como los celacantos y los braquiópodos.
- Fósil guía: restos que permiten identificar con precisión una época geológica. Ejemplos incluyen trilobites y ammonites.
- Fósiles de facies: indican las condiciones ambientales o el tipo de ambiente donde se depositó el sedimento. Ejemplos son algunos corales en ambientes marinos poco profundos.
En función de su proceso de formación, encontramos:
- Fósiles de reemplazo (petrificados): el material original es reemplazado por minerales, como sílice o carbonato de calcio. Un ejemplo serían los troncos petrificados.
- Moldes y contramoldes: un molde es una huella que deja el organismo en el sedimento. Un contramolde es el relleno del molde con sedimento que replica la forma del organismo.
- Impresiones: son marcas planas de organismos, como hojas o partes blandas, que se preservan en sedimentos finos. Por ejemplo, las huellas de hojas en arcillas.
- Inclusiones: son organismos preservados en sustancias como ámbar, hielo o brea. Un ejemplo son los insectos atrapados en ámbar.
- Carbonización: se preservan únicamente restos carbonosos del organismo debido a la pérdida de otros elementos. Por ejemplo, los restos de plantas fósiles comprimidos en pizarras carbonosas.
- Fosilización por permineralización: son minerales que se infiltran en los poros del organismo, endureciéndolo sin reemplazar la estructura original. Un ejemplo serían los huesos fosilizados.
Dependiendo del tipo de resto preservado, los fósiles pueden ser:
- Fósiles corporales: son restos directos de partes del organismo. Como huesos, dientes, conchas.
- Icnofósiles (fósiles de rastros): son huellas, madrigueras, excrementos (coprolitos) o cualquier traza de actividad. Ejemplos serían huellas de dinosaurios, galerías excavadas por organismos.
- Coprolitos: son excrementos fosilizados que aportan información sobre la dieta de los organismos. Por ejemplo, coprolitos de reptiles prehistóricos.
- Quimiofósiles: son restos de compuestos químicos orgánicos que indican la presencia de vida pasada. Un ejemplo serían los biomarcadores moleculares preservados en rocas.
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Cómo citar: Significados, Equipo (12/12/2024). "Qué es un Fósil". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/fosil/ Consultado: