Justicia
La justicia es un valor fundamental sobre el cual se sostiene toda sociedad organizada. Representa un principio ético y legal que busca garantizar el respeto de los derechos individuales y colectivos, así como el equilibrio en las relaciones sociales. Se basa en valores esenciales como el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.

Desde un punto de vista formal, la justicia se manifiesta a través del conjunto de normas codificadas que el Estado establece, hace cumplir y sanciona mediante sus instituciones. Estas normas buscan preservar el bien común, corrigiendo o suprimiendo las acciones (u omisiones) que lo afectan.
La justicia también se entiende como un valor moral que guía las acciones de los individuos. Ser justo implica actuar con rectitud, dar a cada quien lo que le corresponde y respetar los derechos de los demás.
Este valor debe inculcarse desde la infancia, ser reforzado por la educación y respaldado por el Estado y las instituciones. Solo así se puede construir una sociedad armónica y equitativa.
Tipos de justicia
Existen diversos enfoques sobre cómo se entiende y aplica la justicia. A continuación se presentan los principales tipos:
Justicia distributiva
La justicia distributiva busca garantizar una repartición equitativa de los recursos, bienes y oportunidades dentro de una sociedad. Su finalidad es que todas las personas puedan beneficiarse del desarrollo social y económico, aunque existen distintas posturas sobre cómo debe llevarse a cabo esta distribución.
Este enfoque proviene del pensamiento de Aristóteles, quien afirmaba que la justicia consiste en dar a cada quien lo que le corresponde según sus méritos y necesidades.
Algunas posturas dentro de este enfoque son:
- Equidad: cada persona recibe según su esfuerzo o contribución.
- Igualdad: todos reciben lo mismo.
- Necesidad: se otorga más a quienes más lo necesitan.
Justicia restaurativa
La justicia restaurativa pone el énfasis en la reparación del daño causado a la víctima, en lugar de centrarse exclusivamente en el castigo del infractor. Busca restaurar las relaciones y promover el entendimiento entre las partes.
Tanto la víctima como el victimario participan activamente en este proceso, que promueve el reconocimiento del daño, la responsabilidad y la búsqueda de una solución justa y reparadora.
Un ejemplo de este enfoque son los Programas de Reconciliación Víctima y Ofensor en Estados Unidos y Canadá, donde ambas partes se reúnen para dialogar, comprender el impacto de los hechos y acordar una forma de reparación.
Justicia procesal
La justicia procesal garantiza que todas las personas sean tratadas conforme a normas y procedimientos legales previamente establecidos. Este enfoque exige la imparcialidad de las autoridades y la igualdad ante la ley.
Su aplicación se realiza en los tribunales y órganos judiciales del Estado. Para asegurar el respeto del debido proceso, es necesario que las personas cuenten con una defensa adecuada, normalmente representada por un abogado.
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Justicia retributiva
La justicia retributiva establece que cada persona debe ser tratada de misma forma en la que trata a otros, por lo tanto, al incurrir en una falta debe ser castigada. Lo que se espera de este tipo de justicia es que el efecto retroactivo persuada a otras personas de incurrir en delitos.
Un ejemplo de justicia retributiva serían las violaciones a los derechos humanos. Si bien no siempre los perpetradores reciben el castigo de manera inmediata, eventualmente son castigados por la justicia local o por organismos internacionales.
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Justicia social
La justicia social busca corregir las desigualdades estructurales dentro de una sociedad, promoviendo una distribución justa de recursos, oportunidades y derechos. No se limita a lo legal, sino que también implica un enfoque ético y político.
Aunque su origen es impreciso, el término comenzó a utilizarse en Europa en el siglo XVIII. Adquirió fuerza durante el siglo XIX con la Revolución Industrial y el surgimiento del socialismo, que impulsaba una distribución más equitativa de los bienes.
En 1919, la Organización Internacional del Trabajo incluyó esta noción en su constitución, afirmando que no puede haber paz permanente sin justicia social. En 1931, la Iglesia Católica la incorporó a su Doctrina Social a través del papa Pío XI, quien subrayó la necesidad de reducir la brecha entre ricos y pobres.
Desde 2007, las Naciones Unidas conmemoran el 20 de febrero como el Día Mundial de la Justicia Social.
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Justicia divina
La justicia divina es aquella que se atribuye a la voluntad de Dios y está basada en normas religiosas. En el Cristianismo, esta justicia se refleja en los Diez Mandamientos, cuyo cumplimiento conduce a la salvación, mientras que su incumplimiento puede traer castigos divinos, como se representa en el Juicio Final.
En el Hinduismo, la justicia divina se expresa a través del karma, una ley de causa y efecto según la cual cada acción tiene una consecuencia. Esta justicia actúa no solo en esta vida, sino también en las siguientes a través del ciclo de reencarnación.
Justicia en la filosofía
A lo largo de la historia, muchos filósofos se han ocupado de definir el concepto de justicia. Ya desde la Antigua Grecia, Platón decía que el individuo debía salir de la oscuridad, de la caverna del desconocimiento, ya que la persona se hace justa en la misma medida en que posee conocimiento.
En este sentido, el individuo que tenga mayor conocimiento puede ser más justo, lo que traduce la idea de que los gobernantes deben tener amplios conocimientos para saber gobernar y para realmente hacer justicia.
El filósofo Aristóteles definía justicia como dar a cada ciudadano lo que le corresponde según sus necesidades y aportes en la sociedad, de donde partió el principio de la justicia distributiva.
Mientras que para el filósofo ilustrado Immanuel Kant la justicia de un Estado debe velar por tres principios fundamentales:
- la libertad de los individuos,
- la igualdad entre ellos
- la independencia de cada miembro de una comunidad.
Por su parte, Hans Kelsen, jurista y filósofo austríaco de gran relevancia en el siglo XX, indicaba que la justicia es un derecho natural que prevalece sobre el derecho positivo. Si va en contra de los derechos fundamentales del ser humano, no se puede hablar de justicia.
Vea también Iusnaturalismo.
Símbolo de la justicia
Los ojos vendados destacan que la justicia no mira a las personas y es igual para todos. La balanza figura el juicio que determinará poniendo a cada lado de la balanza los argumentos y pruebas presentados. La espada expresa que la justicia castigará con mano dura a los culpables.
Ver también Símbolo de justicia.
Cómo citar: Significados, Equipo (18/06/2025). "Justicia". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/justicia/ Consultado: