Ecosistema
Un ecosistema es un nivel de organización de la materia que abarca los seres vivos que existen e interactúan con los componentes físicos y químicos del espacio que ocupan.
Es decir, en un ecosistema hallamos la biocenosis, compuesto de organismos que pueden ser animales, plantas, hongos y microorganismos. Sumado a ellos, está el biotopo, que es el medio y las condiciones en que viven, como el suelo, el aire, el agua, la luz y la temperatura.
Un ejemplo de un ecosistema es el bosque, donde hay cierto tipo de árboles, hierbas y flores que se desarrollan gracias a un determinado tipo de suelo y temperatura. Debido a su existencia, se establecen unos animales que interactúan entre sí, como aves, mamíferos y lombrices.
Los dos grandes tipos de ecosistemas son el terrestre y el acuático, aunque hay otros. El bosque del ejemplo anterior es un ecosistema terrestre, tal y como lo son las praderas, los desiertos o las tundras. Como ecosistemas acuáticos nos referimos usualmente a los ríos, lagos, mares y océanos.
La interacción entre los seres vivos y con el medio, así como los fenómenos naturales, determina la evolución del ecosistema. En primavera vemos muchas flores, varios tipos de insectos, aves y mamíferos, entre otros. Cuando llega el invierno, la mayoría de las aves migran, florecen otros tipos de plantas, y gran parte de los mamíferos hibernan.
El concepto de ecosistema fue mencionado por primera vez por los botánicos ingleses Arthur George Tansley y Roy Clapham en la década de 1930.
Características de un ecosistema
La energía fluye en los ecosistemas: la principal fuente de energía de los ecosistemas es la luz solar, captada por los organismos que producen la fotosíntesis, como las plantas. Los animales herbívoros obtienen su energía a partir de las plantas, mientras los animales carnívoros se alimentan de otros animales.
La materia circula en los ecosistemas: el alimento fluye entre los diferentes organismos que forman parte del ecosistema. Cuando un organismo muere, se descompone en nutrientes y minerales que los descomponedores y organismos autótrofos pueden aprovechar.
Los ecosistemas tienen cadenas y redes alimenticias: los seres productores son consumidos por los herbívoros, y estos por los carnívoros; finalmente, la materia orgánica es degradada por organismos descomponedores.
Los ecosistemas son uno de los niveles más altos de organización de la materia: este nivel está por encima de las comunidades y poblaciones de diferentes especies, y por debajo del bioma y la biosfera, que contiene todos los ecosistemas de la Tierra.
Los ecosistemas varían con el tiempo: las condiciones ambientales cambian en diferentes épocas del año, y con esto, cambian también los seres vivos que se desarrollan.
Existe una gran variedad de ecosistemas en la Tierra: dependiendo de la región, el momento del día y la época del año, los ecosistemas contienen diferentes tipos de seres vivos. No es lo mismo un ecosistema en las montañas de Escandinavia que en un bosque tropical, el fondo marino, el polo norte o una zona árida y calurosa.
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Componentes de un ecosistema
Un ecosistema se compone siempre de dos elementos: la biocenosis y el biotopo.
La biocenosis engloba todos los factores o elementos bióticos, que son los seres vivos. Por lo tanto, hablamos de seres humanos, animales, plantas, hongos y microorganismos.
Los seres vivos que conforman la biocenosis de un ecosistema interactúan entre sí de diferentes formas, dando lugar a la cadena alimenticia. La relación de depredador/presa es bastante común, ya que muchos seres vivos de un ecosistema se alimentan de otros. También se dan otros tipos de relaciones, como parasitismo, competencia por los mismos alimentos, o la simbiosis.
A su vez, los seres vivos de un ecosistema se pueden clasificar en sus diferentes formas de obtener sustento, los cuales son:
- Productores: son los organismos que generan su propio alimento a partir de los elementos que se hallan en el biotopo.
- Consumidores: son los organismos que se alimentan de productores. A grandes rasgos, pueden ser herbívoros, carnívoros u omnívoros.
- Descomponedores: son los organismos que se nutren de la materia orgánica en descomposición.
El biotopo agrupa aquellos factores o componentes abióticos de un ecosistema, es decir, es el medio y las condiciones en el que viven los seres vivos. Dos ejemplos de ello son el tipo de suelo o la humedad.
El biotopo se puede dividir en tres componentes principales:
- El edafotopo: comprende el sustrato y el suelo de un ecosistema, así como la presencia de minerales y nutrientes.
- El hidrótopo: engloba todos los cuerpos de agua que forman parte de un ecosistema.
- El climátopo: consiste en las condiciones climáticas de un ecosistema, incluyendo la temperatura y presión atmosférica.
Para terminar, el biotopo está compuesto por factores físicos, como la luz, la temperatura, el tipo de suelo y la presión atmosférica, y por factores químicos, como el agua, la salinidad o la disponibilidad de minerales.
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Tipos de ecosistemas
Según el medio, la escala o procedencia del ecosistema, podemos hablar de los siguientes tipos:
- Ecosistema terrestre
- Ecosistema acuático
- Ecosistema microbiano
- Ecosistema mixto
- Ecosistema natural
- Ecosistema artificial
Ecosistema terrestre

Un ecosistema terrestre es un sistema natural que se desarrolla fundamentalmente en el suelo o subsuelo, es decir, el medio sólido. En este tipo de ecosistema se hallan seres vivos que precisan de mucha luz, dióxido de carbono u oxígeno para subsistir.
En un ecosistema terrestre podemos ver tanto aves como animales terrestres, además de hongos y microorganismos. En ocasiones, algunas especies que forman parte de ecosistemas acuáticos pueden formar parte del terrestre, como los anfibios.
Algunos ejemplos de ecosistemas terrestres son el bosque, el matorral, el páramo, el herbazal, la sabana, la pradera y la estepa. También se incluyen otros en condiciones ambientales más extremas, como la tundra y el desierto.
Ecosistema acuático

Un ecosistema acuático o marino es un sistema natural donde los seres vivos interactúan con los cuerpos acuáticos, tales como el océano, el mar, los ríos y los lagos.
En aguas profundas, muchos de los organismos están adaptados a un ambiente de menor concentración de oxígeno y poca iluminación. Además, la mayoría de los animales marinos presentan una anatomía diferente a los terrestres, con capacidad de nadar y de respirar a través de las branquias.
Aquí podemos hallar animales que no poseen las mismas características que los seres marinos, como algunos mamíferos, los anfibios, reptiles y aves.
Se pueden distinguir dos tipos de ecosistemas acuáticos:
-
Ecosistema marino: se establece en los océanos y mares de agua salada. Algunos ejemplos son la playa, una desembocadura, un arrecife de coral o una fosa oceánica.
-
Ecosistema de agua dulce: se establece en ríos y lagos de agua dulce. Cuando el agua se encuentra estancada se llama ecosistema léntico (una charca o un lago); cuando el agua se desplaza, se llama ecosistema lótico (un río o un arroyo).
Ecosistema microbiano
Un ecosistema microbiano es un tipo de ecosistema microscópico, compuesto por microorganismos. Incluye sobre todo bacterias, pero también podemos hallar arqueas, hongos o virus.
Los microorganismos proliferan en cualquier tipo de ecosistema, sea terrestre o acuático. No obstante, dependiendo de las condiciones ambientales, el medio, la ubicación y los seres vivos presentes, prosperarán unos microorganismos u otros.
Un ejemplo de ecosistema microbiano es la microbiota, un conjunto de microorganismos de diferentes especies ubicados en otros seres vivos, como en plantas o los seres humanos. Otro ejemplo es la biopelícula, un conjunto de microorganismos organizados y rodeados por una matriz extracelular producida por ellos mismos.
Ecosistema mixto
Un ecosistema mixto es aquel que presenta todos los ecosistemas mencionados anteriormente, o sea, el terrestre, acuático y microbiano. Es un punto de conexión entre ellos, donde hay un tipo de fauna y flora adaptadas a las condiciones más húmedas del entorno.
Ejemplos de ecosistemas mixtos son los pantanos, las ciénagas y las costas. Aparte de peces, algas y plantas que requieren de mucha agua, es habitual ver un gran número de anfibios y reptiles. También se encuentran aquí algunos animales mamíferos, como osos e hipopótamos, o aves, como las gaviotas o los pelícanos.
Ecosistema natural
Los ecosistemas naturales son aquellos que no dependen de la intervención humana para mantenerse y proliferar. Ya sean terrestres, acuáticos o mixtos, estos ecosistemas siguen su curso y evolución natural.
Eso sí, aunque no haya intervención humana, los cambios en las condiciones ambientales o los fenómenos naturales obliga a la fauna y flora a adaptarse para sobrevivir.
Algunos ejemplos de ecosistemas naturales son:
- la tundra en Siberia,
- el desierto del Sahara,
- y los arrecifes de coral.
Ecosistema artificial

Los ecosistemas artificiales son diseñados y mantenidos por el ser humano. Las condiciones ambientales cambian o son manipuladas por nosotros, lo que condiciona una migración de seres vivos o en el desarrollo controlado de los mismos.
Entre estos podemos mencionar los jardines botánicos, los sistemas agrícolas, las plantaciones forestales, las represas, los invernaderos o ambientes urbanos.
Vea también Ecología y Biodiversidad.
Referencia
Jorgensen, S.E. (2009) Ecosystem Ecology. Elsevier. Denmark.
Tansley, A. G. (1935). The use and abuse of vegetational concepts and terms. Ecology, 16(3), 284-307.
Cómo citar: Rhoton, Stephen (05/02/2025). "Ecosistema". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ecosistema/ Consultado: