Hércules

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Filólogo y profesor de español. Doctorando en Estudios Lingüísticos y Literarios.

Hércules es un héroe de la mitología grecolatina, originario de Tebas, que destaca por su gran fuerza. Es hijo de Zeus y de Alcmena, lo que hace de él descendiente de otro héroe griego: Perseo.

También es conocido como Heracles o Alcides. Es uno de los héroes mitológicos más populares, por lo que existen diferentes aventuras en las que se encuentra presente. Aparece como protagonista o como personaje secundario, (miembro de los Argonautas, por ejemplo).

Los ecos de sus hazañas y su extraordinaria fuerza siguen resonando a través de los siglos. Su presencia en la historia del arte occidental es abrumadora y se usa el adjetivo hercúleo para denotar que alguien posee una gran fuerza.

Réplica de la estatura de Hércules Farnesio en Londres

Estatua de Hércules Farnesio en la Royal Academy of Arts, Londres

Nacimiento y juventud

Anfitrión, el padre putativo de Hércules, y Alcmena se encontraban exiliados en la ciudad de Tebas. El exilio fue ordenado por Esténelo, tío de Anfitrión, debido a que este había matado a su otro tío, Electrión, rey de Micenas.

Durante una campaña militar en la que Anfitrión estaba ausente, el dios Zeus vio una oportunidad para acercarse a Alcmena. Tomó la apariencia de Anfitrión para acercarse a ella y yacer juntos.

Esa misma noche, el propio Anfitrión regresó y también compartió lecho con Alcmena, por lo que se quedó embarazada de gemelos: Hércules, hijo de Zeus, e Ificles, hijo de Anfitrión.

Hera, la esposa de Zeus, envió dos serpientes a la cuna de Hércules cuando aún era un bebé. Sin embargo, este las agarró cada una con una mano y las estranguló hasta su muerte.

En su juventud recibió la educación de eminentes maestros de diferentes áreas: Cástor le enseñó el arte de la guerra, Éurito el uso del arco, Autólico le instruyó en la lucha y recibió de Lino instrucción musical. Como a Hércules no le gustaba la música y era un mal alumno, Lino se enfadaba con él. En una ocasión, lo golpeó con la lira y Hércules lo mató. Eso llevó a su padre a interrumpir su educación y lo puso a cuidar de los rebaños.

Años después, tras unos servicios militares al rey Creonte, este le ofreció a su hija Mégara como esposa. Tras engendrar varios hijos (el número varía según la fuente), la diosa Hera le provocó un ataque de locura y provocó que el héroe asesinara a sus propios hijos.

Este último episodio lo llevó al exilio y a visitar el oráculo de Delfos, cuya Pitonisa le indicó que debería llevar una serie de trabajos a las órdenes de Euristeo.

Los 12 trabajos de Hércules

Se conoce como Los 12 trabajos de Hércules a una sucesión de aventuras fruto de los encargos del rey de Micenas, Euristeo. Consisten en doce misiones temerarias que, en su conjunto, son las hazañas más características y memorables de Hércules.

1. El león de Nemea

Su primer trabajo consistía en dar muerte a un león que habitaba en Nemea. Tenía la particularidad de ser invulnerable a flechas y espadas, que no podían traspasar su piel.

Hércules, al ver que sus ataques con flechas no surtían efecto, decidió golpear al animal con un garrote y lo estranguló con el uso de sus manos.

Como la piel era invulnerable, Hércules despellejó al león y se la puso como protección. La imagen de Hércules con la piel y el garrote es una de las más icónicas y ampliamente representadas en el arte.

Fresco de Pompeya: Hércules y el león de Nemea

Representación de Hércules y el león de Nemea en un fresco de Pompeya

2. La hidra de Lerna

Las tierras de Lerna estaban asoladas por una hidra: una especie de serpiente con numerosas cabezas (desde unas pocas hasta 100, según la fuente). Este ser era increíblemente difícil de matar, ya que si se le cortaba una cabeza, inmediatamente le crecían dos en el mismo sitio.

Esto hacía que a Hércules le resultara muy complicado someter a la hidra. La diosa Hera dificultó la empresa del héroe enviando un gran cangrejo que le mordía continuamente. Pudo aplastar al cangrejo y solicitar la ayuda de Yolao, quien le acompañaba en esta aventura.

Su ayudante iba quemando con una antorcha las heridas de la hidra a medida que Hércules le iba cortando las cabezas. Esto hizo que las heridas se cauterizaran y lo que impedía el crecimiento de nuevas cabezas.

Una vez le hubo dado muerte, Hércules sumergió sus flechas en la sangre de la hidra, volviéndolas venenosas.

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3. La cierva de Cerinea

En su tercer trabajo, Hércules tenía que capturar viva a una cierva con cuernos de oro y pies de bronce. Esta cierva era extremadamente veloz, y Hércules se vio obligado a perseguirla durante un año entero hasta que, sin dañarla, la derribó de un flechazo certero. Otras versiones de la historia indican que la atrapó mediante redes o trampas.

Una vez que la hubo llevado en presencia de Eristeo, la dejó nuevamente en libertad.

4. El jabalí de Erimanto

Este trabajo consistió en cazar vivo un furioso jabalí que devastaba la región de Erimanto. Hércules hizo salir al jabalí de la cueva mediante gritos y pedradas, para posteriormente acorralarlo y atraparlo con una red.

Hércules llevó el jabalí sobre sus hombros hasta la presencia de Euristeo, quien al verlo se asustó y, presa del pánico se escondió en una tinaja.

5. Los establos de Augías

El rey de Élida e hijo de Helio, Augías, era el orgulloso propietario de un rebaño de más de 3000 vacas. Sin embargo, los establos nunca fueron limpiados en más de treinta años, por lo que había una gran cantidad de estiércol y suciedad acumulada.

Euristeo encomendó a Hércules que limpiara los establos en un día. Este negoció con Augías que, si lo lograba, le daría una décima parte de sus tierras. El rey de Élida aceptó, ya que consideraba que la empresa era imposible de realizar.

Hércules, en lugar de humillarse limpiando a mano los establos, desvió el curso de un río. El efecto limpiador del agua hizo su trabajo al pasar sobre los establos. Después de un periodo de litigio, Augías tuvo que concederle la décima parte de sus tierras.

6. Las aves de Estínfalo

En los escarpados terrenos de Estínfalo vivían unas aves que, con el tiempo, se convirtieron en una auténtica plaga. En algunas obras se menciona que comían carne humana y que algunas de sus partes, como el pico, eran de hierro.

El trabajo de Hércules consistió en echar dichas aves. Para ello, hizo retumbar unos címbalos de bronce, cuyo estrépito ahuyentó a las aves. En otras versiones, Hércules las iba matando a flechazos a medida que emprendían vuelo.

7. El toro de Creta

Por petición del rey Minos, Poseidón había enviado un toro a la isla de Creta. Como se negó a sacrificarlo, Poseidón hizo que el toro se volviera salvaje.

Hércules atrapó al toro amarrándole las patas y lo llevó a nado hacia el continente. Tras enseñárselo a Euristeo, el toro fue puesto en libertad.

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8. Las yeguas de Diomedes

En este trabajo, Hércules debía capturar las yeguas del hijo de Ares y rey de Tracia, Diomedes. Estas yeguas (algunos autores defienden que eran machos) eran cuatro y comían carne humana.

La historia de este trabajo está muy fragmentada y no se sabe cómo Hércules logró capturar a las yeguas. Al parecer, echó a las yeguas el cuerpo de una persona para que se lo comieran y así poder amarrarlas. Otra versión dice que el cuerpo arrojado a las yeguas era el del propio Diomedes.

9. El cinturón de Hipólita

Hércules debía robar el cinturón de Hipólita, reina de las amazonas, una tribu de mujeres diestras en el uso del arco. El cinturón era un símbolo real, pues representaba la soberanía de Hipólita.

Sobre cómo se hizo Hércules con el cinturón, hay diferentes versiones: una dice que secuestró a Melanipe, hermana de Hipólita y que esta última se lo dio como pago al rescate. Otra versión cuenta que Hércules luchó contra las amazonas.

10. El ganado de Gerión

Gerión era un monstruo cuyo cuerpo estaba formado por otros tres diferentes, por lo que tenía tres cabezas y seis brazos. Poseía un rebaño compuesto por bueyes de color púrpura, a los que cuidaba con celo día y noche. Tenía también un perro pastor, Orto, que tenía varias cabezas (las historias cuentan que entre dos y siete).

La misión de Hércules consistía en robar el ganado. Orto notó su presencia y el héroe mató al perro con su maza. Gerión, al ver que Hércules iba conduciendo su rebaño, se enfrentó a él y tuvo lugar una cruenta lucha en la que el monstruo fue abatido por una flecha.

Fue en este trabajo cuando Hércules separó Europa de África en el estrecho de Gibraltar. El héroe puso una columna a cada lado: las llamadas columnas de Hércules.

11. Las manzanas de las Hespérides

El siguiente trabajo consistió en robar unas manzanas de oro. El manzano estaba custodiado por unas ninfas, las Héspérides, y una serpiente, Ladón.

Las Hespérides vivían en una zona desconocida, por lo que no se sabía el camino para llegar a tan fabulosas manzanas. Hércules, para saber el camino, secuestró a Nereo (un dios marino) y solo lo liberó una vez que le hubo indicado qué ruta seguir.

Hércules recibió la ayuda de Prometeo, quien le aconsejó que fuera Atlas, y no él, quien cogiera las manzanas. Para ello, Hércules sujetó la bóveda celeste, liberando a Atlas de la tarea para que pudiera coger las manzanas por él. Otras versiones de la historia indican que fue el propio Hércules quien cogió las manzanas tras luchar con la serpiente.

Después de que Hércules llevara las manzanas en presencia de Euristeo, se las dio a la diosa Atenea para que esta las llevara de vuelta a las Hespérides.

Ver también Diosa Atenea.

12. La captura de Cerbero

Hércules debía capturar a Cerbero, el gran perro de tres cabezas que custodiaba el Hades (los Infiernos), el lugar donde iban los muertos.

Como al Hades no podían entrar los vivos, los espíritus de los que allí habitaban huían al verlo. En los Infiernos, ayuda a Teseo y a Pirítoo, que, estando vivos, se encontraban secuestrados en el inframundo.

Hércules le pide a Hades (el dios de los Infiernos) que le entregue a Cerbero, quien le dice que se lo puede llevar si lo domina sin el uso de armas. Hércules, protegido por la piel del león de Nemea, lucha con Cerbero y logra reducirlo. Otras versiones cuentan que Hércules consiguió apaciguar a Cerbero, sin hacer uso de la fuerza.

Una vez hubo llevado a Cerbero ante la presencia de Euristeo (quien, una vez más, se asusta al ver la presa que le lleva Hércules), lo devuelve al Hades.

Te invitamos a conocer a Hades (dios griego del inframundo).

Muerte de Hércules

En una de sus aventuras, Hércules se enamora de Deyanira, quien ya estaba prometida a Aqueloo, un dios río que podía cambiar de forma. Tras una lucha entre Hércules y el dios, que cambiaba constantemente de forma para vencer al héroe, Hércules se impone y sale victorioso.

Hércules y Deyanira iban de camino a Tirinto cuando se encontraron al centauro Neso. Mediante un engaño, el centauro raptó a Deyanira y huyó rápidamente. Entonces, Hércules le lanzó una flecha envenenada con la sangre de la hidra de Lerna.

Neso, en su agonía, urde rápidamente una venganza y le entrega a Deyanira su túnica, manchada de sangre y, por lo tanto, impregnada de veneno. Se la entregó diciéndole que tenía la propiedad de impedir las infidelidades de los esposos.

Después de varios años, en los que Hércules y Deyanira tuvieron cuatro hijos, el héroe ganó una competición de tiro con arco cuyo premio era Yole, la hija del rey Éurito. Hércules mató al rey y se llevó a Yole con él, a quien, pese a su rechazo, forzaba para que se casara con él.

De regreso a casa, Hércules decide ofrecerle un sacrificio a Zeus. Sin embargo, la ropa que llevaba no era adecuada y ordena a su ayudante Licas que fuera a su casa a buscarle su túnica ceremonial.

Este último le contó a Deyanira, sin querer, que Hércules estaba enamorado de Yole. Por ese motivo, la esposa de Hércules le entrega a Licas la túnica que le había dado el centauro Neso y así evitar la infidelidad del héroe.

Hércules se puso la túnica y sintió ardor al notar cómo el veneno penetraba por su piel. Tras matar a Licas, trata de quitarse la túnica, pero lo único que consigue es arrancarse su propia piel.

Por fin, llegó hasta el monte Eta, lugar donde construyó una pira donde se inmoló y puso fin a su vida.

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BIBLIOGRAFÍA

Hard, Robin. (2004). El gran libro de la mitología griega. Madrid. La esfera de los libros.

Humbert, Jean. (2017). Mitología griega y romana. Barcelona. Editorial Gustavo Gili.

Cómo citar: Muriel, Tomás (15/03/2024). "Hércules". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/hercules/ Consultado:

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Graduado en Lengua y Literatura Españolas (UNED) y Máster en Formación de Profesores de Español como Segunda Lengua (UNED/Instituto Cervantes). Es profesor de Español como Lengua Extranjera (ELE), traductor y escritor.
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