Diosa Atenea

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Filólogo y profesor de español. Doctorando en Estudios Lingüísticos y Literarios.

Atenea (Athena o Palas Atenea) era la diosa de la sabiduría en la mitología griega. Es una de las diosas más importantes y reverenciadas, además de ser una de las deidades olímpicas. En el panteón romano se la conoce como Minerva.

Esta diosa destaca por su gran inteligencia, motivo por el cual es la diosa de la sabiduría. Sin embargo, dado que su culto es antiquísimo, en la más remota antigüedad fue considerada la diosa de la guerra y de los trabajos manuales.

Su imagen es icónica: se la representa como una joven de ojos azules y facciones serias pero agradables. Lleva una armadura cubierta con la égida (manto de piel de la cabra Amaltea adornada con la cabeza de medusa), aunque a veces la lleva sobre el escudo. Aparece acompañada por una lechuza o búho, animales asociados a la sabiduría.

Fue una de las deidades más prestigiosas, y en su honor se celebraban las Panateneas. Consistían en una serie de festejos con competiciones poéticas, deportivas y otros tipos de actividades.

Diosa de la sabiduría, de la guerra y de los trabajos manuales

Dado que en la Antigua Grecia existían diferentes dialectos, es posible encontrar variantes del nombre: Athenaie, Athenaia, Athene o Athena. Dado que existe una evolución en el culto a Atenea, a esta se la considera diosa de diferentes ámbitos. Al respecto, se la conoce por diferentes nombres con distintos significados.

Atenea como diosa de la guerra

En Creta, en el palacio de Cnosos, aparece su nombre como Atana Potinija, que significa ʻseñora de Atanaʼ.

Su nombre indica que era la diosa que protegía el palacio de los reyes. Esto puede explicar por qué es diosa de dos ámbitos tan diferentes: el de la guerra y el de los trabajos manuales. Es decir, conjugaba la vida guerrera con otras labores propias de la ciudadela.

Con el tiempo, se empezó a llamar Atenea Polias: ʻAtenea de la ciudadʼ. Esto sugiere que ya se la consideraba la protectora de ciudades y de ahí su representación con elementos militares. Además, la tradición le atribuye la invención del carro de guerra y la doma de los caballos.

Ver también Ares (dios griego de la guerra) y Hades (dios griego del inframundo).

Atenea como diosa de los trabajos manuales

Como hemos referido, al ser la diosa de la ciudadela, también lo era de los trabajos manuales. Con este culto se la conoce como Atenea Ergane, y su protección ejercía patrocinio sobre trabajos artesanales como la cerámica, la joyería o las artes textiles.

Atenea como diosa de la sabiduría

El culto a los dioses griegos evoluciona con el paso del tiempo. Marte ocupó el lugar del dios de la guerra, y Hefesto, el de los trabajos manuales. Aunque Atenea siguió ligada a estos cultos, empezó a tomar relevancia como diosa de la sabiduría.

El motivo de esta evolución es su carácter justo y de férrea moral. Era una diosa en cuya historia apenas aparecen relatos de bajeza moral o considerados indignos.

Escultura de mármol de la diosa Atenea

Ver también:

Atenea en la Mitología Griega

La Mitología griega es rica en historias donde los dioses interactúan con los mortales o entre ellos. Atenea, por ejemplo, aconsejó en la construcción del barco Argos y en la del Caballo de Troya. Además, fue una de las tres diosas (junto a Afrodita y Hera) que participó en el famoso Juicio de Paris.

A continuación, mostramos algunos de los pasajes más célebres donde la diosa Atenea tiene un papel destacado.

El nacimiento de Atenea

Existen varias versiones sobre su nacimiento, aunque todas cuentan con un elemento en común: surgió de la cabeza del dios Zeus.

Según la Teogonía de Hesíodo, la océanide Metis (personificación de la sabiduría) fue la primera esposa de Zeus. El destino vaticinaba que tendrían dos hijos: la primera, una hija, sería tan sabia como Zeus. El siguiente, un niño, derrocaría a su padre. Zeus, al enterarse del peligro que suponía, se traga a Metis cuando esta estaba en su primer embarazo. Tiempo después, la diosa Atenea nació de la cabeza de Zeus, después de que este sintiera unos fuertes dolores.

El poeta Píndaro cuenta que el dios Hefesto, sirviéndose de un hacha, ayudó a salir a Atenea. Cuando esta salió de la cabeza de Zeus, lo hizo con armadura, y gritó tan fuerte que tanto los dioses como la tierra temblaron.

Ver también Zeus (dios griego) y Hera (diosa griega).

Atenea y Medusa

Una de las tres Gorgonas, Medusa, era una mujer de extraordinaria belleza y de hermosos cabellos. Consciente de ello, y al contar con numerosos pretendientes, su vanidad fue en aumento hasta considerarse más bella que la diosa Atenea.

Atenea, como escarmiento, transformó el cuerpo de Medusa. Recubrió su cuerpo de escamas y convirtió su cabellera en serpientes que siseaban y se retorcían. También la maldijo haciendo que todo aquel que la mirara a los ojos se convirtiera en piedra.

Atenea y Aracne

Atenea, como diosa de los trabajos manuales, era una gran hilandera. En una ocasión, una tejedora llamada Aracne se jactaba de saber hilar mejor que la propia Atenea y deseaba retarla a tejer el mejor tapiz.

La diosa, disfrazada de vieja, se le apareció para prevenirla de su osadía, pero Aracne despreció las palabras de Atenea. La diosa se quitó el disfraz y aceptó el reto de Aracne.

Atenea tejió historias sobre mortales que habían desafiado a dioses, y Aracne sobre los amoríos de los dioses. Atenea, enfadada por la elección del tema, rompió el tapiz y golpeó a Aracne. Esta intentó suicidarse, pero Atenea la convirtió araña para que se pasara toda la vida tejiendo con habilidad.

Atenea y Belerofonte

Belerofonte intentaba, sin éxito, domar a Pegaso, el caballo alado. El motivo era que tan fantástico animal no podía ser controlado por ninguna cuerda fabricada por humanos.

Una noche, mientras Belerofonte dormía en el santuario de Atenea, esta se le apareció y le ofreció una brida que podía utilizar para domar a Pegaso.

Protectora de Atenas

Sobre cómo Atenea se convirtió en la protectora de Atenas se debe a una disputa con Poseidón. Al principio, la nueva ciudad se llamaba Cecrops. Tanto Atenea como Poseidón deseaban que esta ciudad llevara su nombre, por lo que se abrió un litigio.

Los dioses determinaron que cada uno de ellos creara algo que fuera de más utilidad para la ciudad. Poseidón hizo surgir un caballo, que representaba la guerra. Atenea, por su parte, hizo brotar un olivo, símbolo de la paz.

Los dioses Atenea y Poseidón pugnando por la protección de Atenas
Los dioses Atenea y Poseidón pugnando por la protección de Atenas

Para reforzar la conexión de Atenea con Atenas, existe otra historia. El pueblo de Atenas convirtió a Atenea (de manera simbólica, ya que era virgen) en la madre de Erictonio, de quien descienden los atenienses.

Se cuenta que el dios Hefesto intentó hacer el amor con Atenea, pero como esta lo rechazaba, el semen del dios cayó en la tierra, de donde nació Erictonio, que fue adoptado por Atenea.

Por lo tanto, Atenea es la madre protectora del pueblo ateniense, a cuyo culto estaba consagrado. En la Acrópolis de dicha ciudad se encuentra el Templo de Atenea Niké, donde en su interior se hallaba una gran escultura de la diosa realizada por Fidias.

También puedes ver:

BIBLIOGRAFÍA

Hard, Robin. (2004). El gran libro de la mitología griega. Madrid. La esfera de los libros.

Humbert, Jean. (2017). Mitología griega y romana. Barcelona. Editorial Gustavo Gili.

Cómo citar: Muriel, Tomás (24/01/2024). "Diosa Atenea". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/atenea/ Consultado:

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Graduado en Lengua y Literatura Españolas (UNED) y Máster en Formación de Profesores de Español como Segunda Lengua (UNED/Instituto Cervantes). Es profesor de Español como Lengua Extranjera (ELE), traductor y escritor.
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