Perestroika
La Perestroika (palabra rusa: перестройка, que significa “reconstrucción” o “reestructuración”) fue el conjunto de reformas políticas, económicas y sociales impulsadas por Mijaíl Gorbachov desde 1985 con la intención de modernizar la Unión Soviética y corregir las profundas deficiencias del sistema soviético.
Aunque el término suele asociarse sobre todo a la economía, la Perestroika fue una política multidimensional, con ramificaciones en la política interna, la cultura, los medios y también en las relaciones exteriores.
El objetivo declarado era hacer más eficiente el socialismo, no destruirlo. El proceso, sin embargo, terminó acelerando la desintegración del Estado soviético y cambiando el mapa político de Europa y del mundo.
Para comprender la Perestroika es necesario situarla en el marco del estancamiento soviético de las décadas previas:
- Estancamiento económico: desde los años 1970 la URSS mostró bajo crecimiento, ineficiencias productivas, baja innovación tecnológica y un sistema de planificación que cada vez respondía peor a las necesidades reales.
- Crisis social y demanda de bienes: desabastecimientos periódicos, baja calidad de muchos bienes de consumo y una economía orientada casi exclusivamente a la industria pesada y al gasto militar.
- Carga militar y política exterior: la prolongada carrera armamentística con Occidente y la intervención en Afganistán (1979–1989) drenaron recursos y generaron rechazo interno.
- Cuestiones institucionales: corrupción, burocracia cerrada e incapacidad para modernizar la administración.
- Descontento intelectual y cultural: los ciudadanos y sectores culturales reclamaban mayores libertades y apertura.
En ese escenario, Gorbachov, designado secretario general del Partido Comunista en marzo de 1985, diagnosticó que sin cambios radicales el sistema podía entrar en una crisis irreversible. Su apuesta fue reformar desde dentro mediante una combinación de apertura política y reforma económica.
Objetivos de la Perestroika
La perestroika pretendía alcanzar una apertura hacia un liberalismo económico, de la mano de un proceso de democratización. Es decir, el gobierno comunista intentaba sustituir el centralismo político-económico por un nuevo modelo descentralizado.
De esta manera se permitiría que las empresas pudieran tomar decisiones con mayor libertad y se favorecería, especialmente, a la industria de la ingeniería.
Algunos de los objetivos de la perestroika, además de la reestructuración económica, fueron la lucha contra la corrupción, mejorar el rendimiento de los trabajadores, controlar el absentismo laboral, aumentar la producción, acabar con el desabastecimiento y recuperar los servicios públicos, entre otros.
Asimismo, entre las medidas aplicadas se pueden contar la privatización de diversas compañías del Estado, la implementación de una nueva moneda y la renovación del sistema bancario.
Líneas de reforma de la Perestroika
Reformas económicas
La Perestroika introdujo cambios que, por primera vez desde la revolución, permitieron cierto espacio para la iniciativa no estatal:
- Ley de Empresas Estatales (1987): otorgó mayor autonomía a las empresas estatales, permitiendo que decidieran sobre producción y precios dentro de ciertos límites, con la intención de fomentar la eficiencia.
- Aparición de las cooperativas y la pequeña empresa privada (1988): se legalizaron actividades privadas en los servicios, la gastronomía y el comercio; surgieron las primeras cooperativas, un fenómeno inédito en décadas.
- Incentivos y mercado limitado: se adoptaron medidas para introducir precios más realistas y que la remuneración incentivara la productividad.
- Apertura a inversiones y empresas conjuntas: se facilitaron formas de colaboración con firmas extranjeras, buscando transferir tecnología y capital.
Estas medidas eran relativamente timoratas y estaban pensadas para corregir fallos en la gestión estatal, no para implantar libre mercado completo. Sin embargo, la combinación de parcialidad de las reformas y la persistencia de controles centrales generó contradicciones y disturbios económicos.
Reformas políticas e institucionales
Gorbachov promovió cambios que ampliaron el espacio público político y debilitaron el monopolio absoluto del partido:
- Democratización del sistema: introducción de elecciones multicandidatura en ciertos niveles, creación del Congreso de los Diputados del Pueblo (1989) como nuevo órgano legislativo con cierta apertura.
- Reducción del control partidario directo sobre instituciones estatales y delegación de responsabilidades.
- Lucha contra la corrupción y campañas contra el inmovilismo burocrático.
Estas transformaciones generaron un espacio político donde emergieron voces críticas, nacionalismos y demandas de mayor autonomía por parte de las repúblicas soviéticas.
Glásnost: la otra pata de la reforma
La Glásnost (гласность, “apertura” o “transparencia”) fue la política comunicativa que acompañó a la Perestroika y que quizá tuvo efectos más inmediatos y profundos:
- Libre debate público: relajación de la censura, discusión pública de problemas sociales, económicos y políticos que antes eran tabú.
- Revisión histórica: se permitió el acceso a información sobre episodios previamente ocultados (purgas estalinistas, fracasos económicos, entre otros).
- Medios y sociedad civil: prensa y televisión comenzaron a publicar investigaciones y críticas; aparecieron movimientos cívicos y asociaciones independientes.
La glásnost expuso fallos estructurales (por ejemplo, la gestión del accidente de Chernóbil en 1986) y permitió que demandas sociales y nacionales, hasta entonces contenidas, salieran al espacio público.
Consecuencias de la Perestroika
Consecuencias políticas y sociales
Apertura política y pluralización: surgieron partidos, movimientos y líderes nacionales que reclamaron soberanía o independencia en las repúblicas soviéticas.
Fortalecimiento de nacionalismos: en las repúblicas bálticas, en el Cáucaso y en Europa oriental empezaron movimientos de autodeterminación.
Crisis de autoridad del Partido Comunista: la legitimidad y el monopolio del partido se erosionaron; el intento de restauración por parte de conservadores llevó al golpe de agosto de 1991.
Golpe de agosto de 1991: un intento fallido de golpe por parte de sectores conservadores debilitó aún más a Gorbachov y aceleró el proceso de desintegración. Tras el fracaso, las repúblicas declararon la independencia con mayor rapidez.
Disolución de la URSS (diciembre de 1991): la combinación de apertura política, tensiones nacionales y la crisis económica desembocó en el fin formal de la Unión Soviética.
Consecuencias económicas
Desorden económico: la transición parcial hacia mecanismos de mercado sin marcos regulatorios claros produjo inflación, desabastecimientos y colapso de la producción en sectores dependientes del viejo sistema de planificación.
Aparición de economía informal: mercados negros, cooperativas y empresarios aprovecharon los vacíos, generando desigualdades y fenómenos de corrupción.
Transformación incompleta: a diferencia de reformas reformistas planificadas y ordenadas, la Perestroika dejó una economía en transición sin las instituciones necesarias para una conversión ordenada hacia capitalismo o hacia un modelo mixto.
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Cómo citar: Significados, Equipo (21/11/2025). "Perestroika". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/perestroika/ Consultado:
