Colonialismo

Frank Arellano
Revisado por Frank Arellano
Profesor de Historia y Maestro en Lingüística

Qué es el colonialismo:

El colonialismo es un sistema de dominación política y militar mediante el cual una potencia, conocida como metrópoli, ejerce el mando formal y directo sobre otro territorio. Así, implica el control no consentido de una población, en una región foránea, originalmente ajena a la nación colonizadora.

Este proceso se lleva adelante con el asentamiento del colonizador en el nuevo territorio conquistado. En un sistema colonial, la metrópoli impone a otro pueblo sus instituciones y su cultura. De ese modo privilegian el uso de su lengua y costumbres en las labores administrativas.

Las colonias se convierten en territorios condicionados por la hegemonía cultural, la educación y la religión de la potencia establecida. Mientras esta, cumpliendo un rol imperial, explota recursos económicos.

Los territorios colonizados se vuelven dependientes de la metrópoli en materia política, económica y hasta militar. No gozan de libertad plena ni derecho de autodeterminación. En efecto, su población local no suele siquiera contar con los mismos derechos que el colonizador.

En los estudios sociales, el concepto de colonialismo hace referencia a tales prácticas de dominación ejercidas por las potencias europeas en la Edad Moderna. Sobre todo durante el siglo XIX, cuando países como Inglaterra, Francia, Alemania y Bélgica controlaron extensas regiones de África, Asia y Oceanía.

Entre todos, Inglaterra fue la potencia con mayor cantidad de posesiones coloniales del periodo. Esto se debió al desarrollo industrial y naval, que motivó su prosperidad económica y la llevó a sostener gran poder en el ámbito internacional. El Reino Unido dominaba islas del Caribe, Guyana, Sudáfrica, India, Australia y Nueva Zelanda.

Mapa imperio británico s XIX
Mapa del Imperio Británico (1886) Cortesía: The Norman B. Leventhal Map & Education Center (CC BY 2.0)

Características del colonialismo

Gobiernos o protectorados dirigidos por los colonizadores. Esto comprende el irrespeto a la soberanía de otros pueblos, que pierden la facultad de autodeterminación. La población local es subyugada por la autoridad de la nación colonizadora.

Superioridad militar y tecnológica de los dominadores. Las potencias europeas, sobre todo a partir de la revolución industrial, dispusieron de armamento y herramientas tecnológicas que les permitieron proyectar su poder sobre otras naciones.

Explotación económica eficiente en las colonias. Las tecnologías productivas, así como la organización logística de las potencias coloniales, fomentan la explotación de recursos naturales, que se extraen en beneficio de la metrópoli. Explotan la minería, se fundan plantaciones, o se hace trabajar a la población local para obtener ganancias.

Confrontación de intereses entre las potencias. La rivalidad por conseguir territorios y controlar recursos naturales alentó desacuerdos diplomáticos y conflictos armados. Aun antes de estallar la Primera Guerra Mundial, hubo conflictos como la Guerra de los boers (1899-1902) en Sudáfrica por desacuerdos de orden colonialista.

Causas del colonialismo

  • Expansión económica: los procesos de colonización son ocasionados, en esencia, por motivos económicos. En la Edad Moderna, los exploradores y mercaderes europeos encontraron la oportunidad de establecer colonias para aprovechar recursos naturales escasos en su continente y establecer rutas comerciales ventajosas.
  • Creciente nacionalismo: el ánimo de acrecentar la fama de la nación y demostrar su superioridad ante otras estimuló las conquistas de territorios de las potencias europeas. Así, vieron en el establecimiento de colonias el deseo realizado de expandir su influencia.
  • La ideología eurocentrista: los europeos se sintieron superiores a otros pueblos y creyeron que su circunstancial ventaja tecnológica era prueba de la supremacía de la raza blanca. Tales ideas derivaron en el respaldo del “Darwinismo social”, o en el “paternalismo civilizatorio”.

Consecuencias del colonialismo

  • Impacto duradero en los pueblos dominados: el colonialismo introdujo tecnologías, avances médicos y educativos en las colonias, pero su herencia es compleja. Los procesos de colonización dejan cicatrices y malos recuerdos. La identidad de los colonizados se modificó, abriendo paso a desarrollos históricos condicionados por factores externos.
  • Expansión de la cultura de los colonizadores: la influencia cultural se observa en el uso extendido de los idiomas de los colonizadores, también en la adopción de su religión, especialmente el cristianismo, en los territorios que administraron.
  • Cambios poblacionales: desde el punto de vista demográfico, muchas naciones que antes fueron colonias pasaron a tener un importante componente de mestizaje. En algunos casos, los descendientes de los colonizadores desplazaron en fuerte medida a las poblaciones autóctonas.
  • Movimientos por la descolonización: luego de décadas de dominio exterior, diversas naciones lucharon por obtener autonomía. Buena parte de África, del sudeste asiático y algunos territorios americanos apenas pudieron alcanzar la independencia después de la Segunda Guerra Mundial.

Colonialismo e imperialismo

El colonialismo y el imperialismo son dos conceptos estrechamente relacionados. Ambos suponen el control por parte de una potencia sobre territorios ajenos o remotos, bien por medio de la fuerza, bien a través de la influencia política y económica.

El colonialismo toma forma a partir de la mentalidad imperial de las naciones poderosas. Así, estas conquistan territorios y establecen colonias para alcanzar beneficios y prestigio. El imperialismo se refiere a la concreción de este poder. Una nación imperial es aquella que ha conseguido ejercer autoridad en otras regiones a través del ejercicio del poder militar, político y administrativo.

Ejemplo de colonialismo

Un ejemplo clásico de colonialismo lo representa la colonización francesa de Indochina en la segunda mitad del siglo XIX. A partir de 1860, Francia expandió sus dominios en la región, fundando la Unión Indochina, conformada por la colonia de Cochinchina y Tokín (actual Vietnam) y los protectorados de Annam y Camboya.

Por la fuerza militar y diplomática los franceses consiguieron que el Tratado de Saigón (1862) les permitiera comerciar libremente en el río Mekong y que se practicara el catolicismo, lo que llevó al dominio sobre toda la región sur de Vietnam. Los siguientes tratados firmados por Francia le aseguraron la ampliación de su mando.

Así, esta potencia alcanzó un alto grado de autoridad que le permitió administrar los territorios de Indochina, ejerciendo funciones de gobierno y planificación económica. Tal administración tenía como meta generar ganancias para la metrópoli.

De toda la Indochina, se extraían materias primas y agrícolas, como arroz, té, café y caucho. Los franceses invirtieron en la construcción de vías para ferrocarriles para exportar estos bienes eficazmente.

Eventualmente, emergieron movimientos anticolonización, que originaron conflictos y buscaron la independencia, como la Rebelión de Cần Vương (1885-89). No obstante, los franceses no abandonaron el territorio hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando una seguidilla de derrotas sufridas ante las guerrillas locales los forzaron a irse del territorio en 1954.

Tren Saigón
Foto de la inauguración del tren Saigón-Cholon (1881)

Vea también:

Colonialismo y neocolonialismo

Colonialismo y neocolonialismo no son la misma cosa. Se diferencian en que el colonialismo es un sistema en el cual una potencia ejerce dominio político o militar sobre otros territorios de manera directa y formal, sometiendo a la población local a las leyes, instituciones y decisiones emanadas desde la potencia o metrópoli.

El neocolonialismo, en cambio, se refiere a una forma de ejercer influencia económica y cultural sobre poblaciones por efecto de la globalización y el prestigio de las antiguas potencias coloniales.

En este caso no ejercen un dominio formal sobre los otros territorios, pero mantienen una importante injerencia en asuntos de otros Estados que, en teoría, son plenamente independientes.

Ejemplo de neocolonialismo

La relación mantenida por Francia con algunas de sus excolonias africanas ha sido vista por los críticos como un caso de neocolonialismo. Así, en el mundo francófono incluso se ha acuñado el término de "Françafrique" para referirse a la influencia económica y militar de Francia en países como Gabón, Burkina Faso, Senegal, Malí, Guinea, Níger, entre otros.

Aunque todos estos países son independientes en el papel, Francia ha intervenido militarmente en ellos cuando necesita proteger sus intereses. Además, como antigua metrópoli, Francia procura firmar acuerdos económicos que beneficien a sus empresas al invertir en estas naciones.

Muchos economistas critican también la existencia del Franco FCA (moneda de la comunidad financiera africana). Esta moneda se mantuvo en curso aun cuando los países africanos que la usan se independizaron de Francia en la década de 1960.

De este modo, prosigue una relación financiera especial entre Francia y sus excolonias. Los académicos contrarios al Franco FCA señalan que este no le permite a los países africanos tener un control absoluto sobre sus recursos y reservas, lo que limita su soberanía.

Vea también:

Cómo citar: (20/09/2023). "Colonialismo". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/colonialismo/ Consultado:

Frank Arellano
Revisado por Frank Arellano
Profesor de Historia y Ciencias Sociales durante más de 15 años. Licenciado en Historia (2010) y Magíster Scientiae en Lingüística (2015) por la Universidad de Los Andes en Mérida.
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