Modos de Producción
En la teoría del materialismo histórico desarrollada por Karl Marx, un modo de producción es un sistema económico definido por la manera en que una sociedad se organiza para producir los bienes, servicios e intercambios necesarios para su subsistencia. Este concepto es central en el marxismo para explicar las formaciones sociales de cada etapa de la historia.
Así, con los modos de producción se busca explicar el progreso histórico a través de la evolución social del trabajo desde los orígenes de la humanidad. Cada modo de producción refleja un estadio del desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción.
Las fuerzas productivas incluyen la fuerza de trabajo humana. Esto es mano de obra, conocimiento y capacidad de organización, así como los componentes materiales necesarios para producir (tierra, materias primas, herramientas, tecnología, etc.)
Las relaciones de producción describen los vínculos establecidos entre las personas según el lugar que ocupan en el sistema productivo. Se determinan a partir de quién es dueño de los medios de producción y quién depende solo de su fuerza de trabajo, fijando diferencias en la distribución y apropiación de los bienes producidos.
Cada modo de producción se expresa entonces en las formaciones sociales de un lugar en un periodo determinado. De acuerdo con los análisis del materialismo histórico, hasta el siglo XIX, los modos de producción surgidos a lo largo de la historia eran:
- Modo de producción primitivo
- Modo de producción asiático
- Modo de producción esclavista
- Modo de producción feudal
- Modo de producción capitalista
Además de estos, Marx y Engels especularon sobre la superación del capitalismo y el arribo del modo de producción socialista como una etapa de transición histórica hacia el comunismo. En el comunismo desaparecería la lucha de clases, ya que las relaciones de producción entre los miembros de la sociedad serían igualitarias.
Modo de producción primitivo
El modo de producción primitivo comunitario es propio de los orígenes de la humanidad. El materialismo histórico entiende al ser humano como un ser natural con necesidades materiales que debe satisfacer. Para lograr vencer los obstáculos de la naturaleza, el hombre evolucionó como un ser social, reunido en comunidades cuyos miembros se apoyaban para subsistir.
Las actividades que les permitían sobrevivir se basaban en la caza, pesca y recolección de frutos. Aunque el hombre todavía no producía propiamente transformando la naturaleza, ya elaboraba y utilizaba herramientas (arcos, flechas, canastas). Tales medios de producción eran compartidos, ya que el trabajo tenía fines colectivos.
La división del trabajo se repartía según edad y sexo. Los frutos de la cooperación apenas eran suficientes para subsistir. No había excedentes, por lo que la repartición de los bienes era igualitaria. Es decir, que la estructura social carecía de clases diferenciadas y tampoco había Estado.
Modo de producción asiático
El concepto de modo de producción asiático se refiere a los primeros sistemas económicos en los que se institucionaliza el cobro de tributos a una población trabajadora. En este caso, una población compuesta mayormente por campesinos agricultores. La agricultura a gran escala producía excedentes en sociedades como las del norte de la India, China, y en ciudades de Mesopotamia.
Esto condujo a la diversificación de las actividades laborales. Las castas dedicadas a la administración de los excedentes producidos constituyeron el Estado. En gran medida, este era despótico, dirigía las tareas públicas, cobraba excedentes de la producción, y los redistribuía según sus intereses.
No obstante, en el modo de producción asiático, las comunidades mantenían su autonomía una vez pagados los tributos al Estado mediante bienes, o mediante trabajos en obras públicas (sistemas de irrigación, caminos, murallas, etc.). Esto significaba que a los campesinos no se les quitaba ni la tierra ni sus otros medios de producción.
Modo de producción esclavista
Aunque la esclavitud fue un fenómeno recurrente en distintas sociedades, esta no se constituyó necesariamente como el principal vehículo de producción de bienes y servicios. Así, el modo de producción esclavista se usa como categoría para referirse a sociedades como Grecia y Roma, en las que la esclavitud sí fue la fuerza de trabajo primordial.
En tales sociedades esclavistas había una clara distinción de clases que dividía las relaciones de producción entre los amos y sus esclavos. Los amos eran propietarios de los medios de producción, entre los cuales estaban los mismos esclavos, que ejecutaban tareas de todo tipo: agrícolas, domésticas, etc.
De este modo, la élite social propietaria aprovechaba los excedentes de valor producidos por la mano de obra esclava, pudiendo dedicarse a otras tareas, como la carrera política o los negocios. A pesar de que la esclavitud favoreció la expansión del Imperio romano, este sistema se debilitó con el tiempo porque generaba revueltas internas y no alentaba la innovación. Lo que produjo su declive.
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Modo de producción feudal
El modo de producción feudal fue el sucesor del esclavismo. Este fue el modo de producción preeminente en la Europa Medieval tras la crisis y desintegración del Imperio romano de Occidente. Se caracterizó por el valor asociado a la propiedad de la tierra y a la producción agraria como principal fuente de riqueza y estatus.
Así, las relaciones de producción del sistema económico feudal estaban mediadas por la diferencia entre los señores feudales y los siervos de la gleba. Los señores feudales eran los propietarios de los terrenos de cultivo, bosques y pastizales. Mientras los campesinos recibían parcelas en concesión, las trabajaban, y le pagaban tributos a sus señores.
Los feudos eran, por regla general, unidades productivas autosuficientes. La economía era mayormente rural y existía una oposición entre el campo y la ciudad. Solo hacia el final de la Edad Media comenzó a desarrollarse el comercio en los burgos, lo que dio paso a la aparición de una nueva clase social que poco a poco erosionó al feudalismo vigente durante siglos.
Vea también Feudalismo.
Modo de producción capitalista
El surgimiento de clase social burguesa, la difusión de la economía monetaria, y la ampliación de los circuitos comerciales que trajo la conquista de América permitieron el desarrollo del capitalismo. Como modo de producción, el capitalismo maduró a través de la Revolución Industrial en los siglos XVIII y XIX.
En el modo de producción capitalista las clases sociales estaban distinguidas entre burgueses y trabajadores. Este régimen se basa en la propiedad privada de los medios de producción (herramientas, fábricas, etc.), en manos de la burguesía. Por otro lado, los obreros aportan su fuerza de trabajo, que venden por necesidad económica.
Las relaciones de producción entre estas clases sociales tienen como fundamento los contratos. Así, los trabajadores reciben un salario, en forma de suma monetaria, como valor abstracto por su fuerza de trabajo. Marx apuntó que este valor era más bajo del que los obreros producían.
Entonces el burgués, al vender las mercancías en el mercado, era quien obtenía la ganancia al quedarse con la plusvalía (superávit). Tal apropiación de esa plusvalía o excedente por parte del capitalista define la explotación en este modo de producción, ya que enajena el trabajo de la clase obrera.
Vea también Capitalismo.
Modo de producción socialista
De acuerdo con los postulados del materialismo histórico, todos los modos de producción hasta ahora estudiados implicaron la formación de clases sociales antagónicas (en lucha). La historia se desarrollaba así a partir de los cambios en las fuerzas productivas.
Cuando las fuerzas productivas ya no compaginaban con las relaciones de producción de un orden existente, el conflicto entre las clases aumentaba. Entonces era probable que sucediera una revolución que traía consigo nuevas formas de organizar la producción. A su vez, esto generaba la aparición de nuevas clases sociales con intereses contrapuestos. Así fue entre:
- Amos/Esclavos.
- Señores/Siervos.
- Burgueses/Obreros.
Para acabar con la lucha de clases, Marx reflexionó y especuló sobre la formación de un sistema que superara las contradicciones del capitalismo. Este sería el modo de producción socialista, caracterizado por la propiedad colectiva de los medios de producción, la planificación económica y la distribución de bienes según el aporte en el proceso productivo.
Según este esquema, la explotación laboral cesaría y las clases desaparecerían al haber más igualdad social, impuesta mediante la dictadura del proletariado. Finalmente, el modo de producción socialista sería la etapa de transición antes de alcanzar el comunismo, en el cual la sociedad gozaría de una plena igualdad.
Tal esquema ha sufrido críticas severas en su descripción de las etapas postcapitalistas. A lo largo del siglo XX, diversas revoluciones procuraron instaurar el socialismo. No obstante, no se dio efectivamente ni la desaparición de clases sociales ni una mejor distribución de los recursos entre los miembros de tales sociedades.
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Bibliografía
Amin, Samir (1974) "Modes of Production and Social Formations", en Ufahamu: A Journal of African Studies. Vol. 4 (3), páginas 57-85.
Hindess, Barry & Paul Hirst (1975) Pre-capitalist Modes of Production. Routledge and Kegan Paul.
Marx, Karl (2008) Contribución a la Crítica de la Economía Política. Siglo XXI editores.
Cómo citar: Arellano, Frank (28/05/2024). "Modos de Producción". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/modos-de-produccion/ Consultado: