Atención
Atención es la acción y el resultado de atender. En Psicología, es la capacidad de percibir determinados estímulos y procesarlos sin cambiar de enfoque. También se utiliza para definir el mecanismo que controla y regula los procesos cognitivos.
La atención es una cualidad perceptiva que funciona como filtro de los estímulos sensoriales. La atención permite evaluar y priorizar aquellos estímulos que consideren más importantes en cada momento.
Esta capacidad es útil para realizar tareas con eficiencia, ya sea en el área académica, policial, de la medicina y enfermería, ingeniería, en deportes, etc. Por ejemplo, alguien que puede prestar atención por largos periodos tendrá mayor facilidad de asimilar nuevos conocimientos en clases o al estudiar una materia.
El nivel de atención varía de una persona a otra, ya que hay numerosos factores que influyen. Uno de los más importantes es el nivel de cansancio, pues una persona muy cansada no podrá prestar tanta atención como otra que haya dormido bien. Otras variables son el estado emocional, el entorno en que uno está, el nivel de interés, la competencia de la persona y el esfuerzo que se requiere.
Tipos de atención
Existen varias clasificaciones al respecto, que también varían en función de qué criterio se utilice. Dependiendo de los mecanismos utilizados por la persona, se puede hablar de los siguientes tipos de atención:
- Atención selectiva: cuando se consigue obviar elementos secundarios y estímulos que no están relacionados con una actividad que se está realizando. Por ejemplo, cuando nos dedicamos a montar un mueble y solo hacemos eso hasta terminarlo.
- Atención sostenida: cuando se mantiene de manera constante durante un largo periodo de tiempo. Un ejemplo es asistir una conferencia y enfocarse en tomar notas en todas las charlas.
- Atención dividida: cuando se es capaz de prestar atención a dos o más estímulos al mismo tiempo, útil en el desarrollo de tareas complejas. Un ejemplo es al conducir, pues debemos estar al tanto de nuestro vehículo y los alrededores.
- Atención alternante: cuando podemos cambiar de enfoque o actividad varias veces seguidas sin que suponga un esfuerzo. Por ejemplo, cuando estamos cocinando y estudiando para un examen, y pasamos de uno a otro diversas veces sin perdernos.
La atención también puede ser voluntaria e involuntaria. En el caso de la atención voluntaria, se produce de manera consciente y se puede desarrollar y trabajar para ser mejorada. Por ejemplo, cuando realizamos un examen para una materia.
En el segundo caso, obedece más a cuestiones emocionales, por lo que es más difícil de controlar. Un ejemplo de ello es cuando conversamos con una persona que amamos y quien queremos conocer más.
Atención y concentración
La atención y la concentración están interrelacionadas. Cuando se produce algún elemento de distracción se pierde la concentración. Una de las razones es el conjunto de estímulos ambientales que existen mientras se realiza una tarea.
Igualmente, cuando la actividad requiere un esfuerzo mental, la mente humana puede buscar otro tipo de actividad. Para ello, es importante mantener la concentración y evitar posibles focos de distracción, que pueden ser internos (temas pendientes o planes futuros, por ejemplo) y externos (ruidos de la calle, por ejemplo).
Ver también Concentración y Memoria.
Atención dispersa
En términos psicológicos, existen trastornos relacionados con la atención, como el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Se diagnostica por profesionales y existen tratamientos al respecto.
De una manera coloquial, cuando existe una dificultad en mantener la atención y la concentración en una determinada tarea o de forma genérica, se suele hablar de 'atención dispersa', haciendo referencia a no conseguir enfocar la atención en una determinada actividad.
Vea también Inteligencia.
Cómo citar: Significados, Equipo (13/10/2025). "Atención". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/atencion/ Consultado:
